Incumplo mi promesa de escribir más y más sobre Pipilotti, escribir sobre sus piernas y mil imágenes más que me vienen a la mente, pero en un día como hoy prefiero homenajear a otras piernas como son los trazos de las palabras. En un día como hoy, podríamos ir buscando palabras, palabras en las que pudieran columpiarse aquellas personas a las que no puedes consolar. Podríamos construir una torre a base de palabras redondas, sin ángulos ni aristas, palabras planas que sujeten sus heridos cuerpos, que planeen. Podríamos dibujarles una ráfaga de viento que deje suspendido el maldito dolor en el espacio. En un día como hoy, podríamos construir un puente de palabras, dibujar caballos de palabras remotas e inciertas, estas letras desbocadas que crucen ese puente, porque la palabra será hoy del aire más incierto; dará tumbos, gira, indaga, nombra, engendrará una ilusión, se resolverá a ella misma… Podríamos dejar que la barriga de estas letras descansen suspendidas sobre las páginas, y así, cuando sintamos desmayarnos de tanta sed de ellas, dejar que estas figuras geométricas sujeten con aristas nuestras caderas rotas.
En un día como hoy, yo me cuelgo, me suspendo, me columpio en la barriga de estas letras, letras ascendentes a veces y otras con trazos descendentes. Y si éstas fueran atrevidas gratuitas, las apagaría sin tregua con agua para que fueran al final, rescoldos. Ya que éstas nos sirven. Si son gratuitas no nos sirven de nada porque podrían doler, confundir, envolvernos convirtiéndonos en humo. No debemos masticarlas o acabarán con las mandíbulas de todos nosotros. Pero eso sí, no dejemos que las letras nos despisten, porque si se olvidan de nosotros, seríamos tan frágiles en este horizonte…Yo, en un día como hoy me quiero convertir en letras. Letras que auguran, que fabrican confidencias. Ceremonioso estanque de letras, rincón perfecto donde se citan todas las letras. Y conservar y encerrar en ellas los mundos propios imaginarios, las civilizaciones fantásticas y personales de una, la continuidad de todo… la esperanza, lo que nos viaja dentro. Así que hoy, a través de estas palabras engordadas yo me doy largos paseos por el camino del lenguaje. Iré llena de carne, escuchando otras carnes. Las palabras siempre estarán ahí, como un holograma. En un día como hoy debemos rescatar o recuperar o retomar las palabras, ya sé que hacer algo así es como ponerse a naufragar en los cajones de una habitación. Puede ser una palabra viva, una mirada antigua, una corriente de aire en una nueva tierra, un olor supersticioso, un golpe de estado del pasado, el futuro en un vientre. A veces, el mundo se aborta y le agarran por la garganta y le hacen tragar con cuidado, pero la saliva duele, y así, cuando el mundo está triste, exhibe sus genitales apesadumbrados y se siente tan disyuntivo, pero todo es diferente, porque siempre hay vida en las palabras. Así que hoy no preguntes. Desencaja tu pluma. Mastica el humo de las palabras para darles otra vida y quema tus instintos. Báilalas, no pares de bailarlas. Desenfrénalas sin miedo. No decidas hoy precisamente tu miseria, no elijas tu desidia. Y no pienses que no sirven, quedarse quieto sin ellas es doloroso como morir lentamente. Atraviesa este puente. Muerde la cadena de letras. Grita. Aúlla las palabras. Que te aúlle hoy la punta de su pluma. Clávate en su tinta y no pares de sangrar. Abre y cierra tu boca para sentir cómo el oxígeno de tu cerebro se despedaza hecho palabras.
9 comentarios:
Seguiré tus consejos.
Un saludo.
Como cada mañana hoy me he perdido en la feracidad de tu jardín y en ese frondoso paraíso de letras he alzado la mano tomando una palabra de aquí y otra de allá, igual que quien coge una fruta directamente del árbol y se la lleva a la boca para sentir con el primer mordisco el olor de la vida aún palpitante. He desayunado tus palabras en el día del libro y luego me he emborrachado de verbos y adjetivos con tus metáforas de alto contenido embriagador. Espero que ahora no me detengan en un control de carretera porque el análisis daría altos niveles de poesía en sangre y podría perder todos los puntos de sutura que me cosen al tiempo y al espacio.
qué regocijo el tuyo entre palabras!!!
bss, el viernes nos vemos!!!
Y lo has conseguido, Nuria, te has convertido en letras y en la pasión que les da vida.
Besos.
Poesía que se hace palabra eres tú, Nuria.
un día como hoy escribo y pienso: el futuro no es una página en blanco, comienzo a rellenarla con palabras
Qué maravilla de texto, Nuria, me has dejado sin palabras, estoy anonadada, felizmente sorprendida del dominio del lenguaje, de lo bien escrito que está esto, con fuerza, "fuerza" es la palabra con la que definiría esta entrada, me ha gustado muchísimo,
Nada mejor para celebrar el día de hoy que este homenaje a la palabra.
Volveré para releerlo.
Gracias por este maravilloso texto.
Te cuento un sueño que tenía muy amenudo cuando era niño. Soñaba en una inmensa piscina bajo el balcón de mi casa, era una piscina que estaba llena de letras, como una inmensa sopa de letras, con su color sopa y su olor a caldo recién hecho. Y yo me lanzaba hacia esa ilustrada piscina, donde las letras se juntaban en los cuentos de mi niñez, con todos los personajes, animalitos que hablaban mi idioma y jugaban conmigo. Más tarde, al despertar, corría al balcón y la piscina no aparecia por ninguna parte, a pesar de cerrar los ojos, no podía verla, pero mi hermana me cogía de la mano y me decía, ven vamos que te voy a leer un cuento, que se llama "Alicia en el país de las maravillas", y al rato estaba otra vez soñando, con un conejo que se bañaba en mi sopa de letras. ¡qué maravilla!
Feliz día del libro.
Rafa
Angel
Gracias por fiarte de ese critero e intentar seguirlo
Gracia
Ya lo sabes, que me encanta que te emborraches cada mañana entre las flores altas de este jardín, flores que no son más que pensamientos. Ya me contarás si te detuvieron de camino al trabajo por
ebriedad jejeje
Sonieta
Hasta mañana
Lula
Qué mejor halago el recibido. Convertida en palabras
Isabel
Tu comentario demuestra mi teoría, hay poesía absolutemente en cada rincón nuestro.
Rafaela
Así, poco a poco, día a día, vamos escribiendo nuestro propio destino. Todo en nuestras manos
cálidas.
Alfaro
No era eso lo que quería conseguir con las palabras. No tu silencio, invéntate las palabras, pero
no te quedes sin ellas. En cualquier caso, gracias por tu mutismo.
Rafa
Tú y tus sueños Rafa, qué bien que te los arranque a base de este puente de palabras. Además, un
cuento precioso. Somos lo que arrastramos desde la niñez. Bendita memoria la nuestra.
Publicar un comentario