sábado, 22 de septiembre de 2007

Nada para cenar

Ni nadie. Nadie me conoce. Ni mi psiquiatra. Ni la alcachofa de la ducha. Ni mi taza de café. Ni mis pestañas. Nadie sabe nada de mí. Nadie me ha descubierto todavía. Ni mis sujetadores. Ni mis bragas. Ni mi pinza de depilar. Nadie se asoma a mis zonas estrechas. Nadie sabe encontrarlas. Nada me araña. Ni mi cepillo de dientes. Ni los chicles. Ni los vasos de leche desnatada. Nada entra en mi cuerpo. Todo lo cruza. Todo pasa de largo. Como el viento en las casas con dos puertas. Nada se lleva nada. Nadie.
(Mada Alderete. De Nada para cenar, LFC Ediciones, Béjar. 2005)
Pero ella, ella sí me conoce, ella sí se asoma a mis zonas estrechas y me ciñe como no lo hace mi ropa interior. Es el viento suave y fresco que cada mañana golpea mi rostro, porque ella ya no pasa de largo, en mí se queda, me cruza y se cuela entre mis huesos...
Mi poema particular para SAM, mi otro yo.

El olor de su existencia
es la vibración tensa exacta
que mis venas pueden soportar

¿Y si no existieses?
Si apenas fueras humo
Que se mezcla en mi viento y me respira
Y se cuela amable entre mis huesos
Curando penas que se instalan
¿Y si fueras sólo eso?
Unas manos cortas que acarician
Que circundan que protejen mis ideas
Y si apenas fueras voz
Flotando como una bandera blanca
Mientras tus palabras -geométricas figuras-
Sujetan con aristas mis caderas
Y si tus labios favorecieran al fin ese viento
Que besa mis sienes cóncavas
Y así poder columpiarme contigo
En esta nueva vida rara
Pero, ¿y si no existieses?
Si apenas fueras un secreto
Donde nadie fuese tuyo

martes, 18 de septiembre de 2007

Un hogar

Hay días aparentemente anodinos, que una sabe que son especiales. Días en los que de pronto surge la vida en una explosión, pero también el temor a su posible acabamiento en su nítida crudeza. Hay días en que algo se incrusta en las paredes del estómago de alguien a quien amas y nos llama a la puerta de la lucidez. Recorren entonces los pasillos de la mente los millones de segundos que pasas junto a aquella persona, sencillamente viviendo, y en ese mismo acto ir respirando. Y cuando llegas a casa, realmente sientes que estás en casa, e la caverna luminosa que nos protege, en el reducto de su luminoso cuello. El hogar de siempre

lunes, 17 de septiembre de 2007

Música tan profundamente escuchada...

Llevo semanas, podría decir incluso todo el verano, que tengo el mp3 estropeado. Al principio parece que una sobrevivirá a esta catastrófica falta y que se acostumbrará a vivir sin música pero no es más que un engaño auditivo. En ese tiempo donde la pereza me pudo y no arreglé mi aparatito mágico, cambié la música por sonidos de gente charlando, frenazos inesperados, luces en la reciente mañana convertidas en sirenas atrevidas. Gritos y a veces risas. El sonido de un niño durmiendo. Pero hoy me he dado cuenta de que no puedo estar sin ese otro sonido buscado. Ayer S. me dejó su mp3, así que le llené de música para el corto viaje que hago hacia el trabajo a las seis y media de la mañana. Lo llené sobre todo de Mertens, el compositor Wim Mertens, un clásico sin complicaciones, escucharle me ennoblece. Hace que todo a mi alrededor sea bello por muchas imágenes grotestas y raras que una ve en un autobús lleno de desconocidos. Siempre he escuchado a Mertens con cierto fervor, S. y yo fuimos a verle a un concierto a principios de verano y quedamos estupefactas por su directo. En fin, que lo aconsejo a esas tempranas horas donde a sólo nos mueven unos pies aún dormidos que conocen el camino al trabajo. También me he reconciliado con Coco Rosie y Antonhy and the Jhonson, es delicioso. Creo que fue Oscar Wilde quien dijo algo así: música tan profundamente escuchada que uno es música mientras vive.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

La ilustradora










Sí, esta es la mano de Celia, mi hermana, una de las mejores diseñadoras que conozco, por lo menos para mí. En 1998, y bajo el nombre de Colectivo Servok, un grupo de artistas se unió para crear este "Libro de pasos perdidos y olvidados" cuyo pretexto en esta diversidad de disciplinas (fotografía, vídeo, dibujos...) es "El Tarot", es cierto que realizaron esta serie de bocetos hace ya algunos años, pero es mi pequeño homenaje a uno de sus últimos trabajos, para mí el más importante, emocionalmente hablando. Va a ilustrar mi libro "La geometría del vientre" y bueno, como no puedo esperar, quiero inmortalizarla en cierto sentido en esta página tan poco visitada. Estos trabajos formaron parte de una exposición conjunta e itinerante que viajó entre galerías y salas de exposiciones durante un año. Ahora dormitan en un local ajenas casi a quien los creó. Son sólo un bello recuerdo. Hay en día, el trabajo de Celia ha tomado otro cariz, y se ha subido al carro de la más pura modernidad. Diseña sobre todo páginas web, pero sobre todo dibuja. Dibuja como un ser poseído y propone bocetos inimaginables en tan sólo unas horas. Es una máquina. Ya lo veréis. La página de lo que fue colectivo es: http://www.geocities.com/SoHo/Gallery/6893/principal.htm