sábado, 31 de enero de 2009

Alimento para mis vacas

* dibujo de Zabaleta.
Dos nuevos puntos me interesan más que antes para alimentar mis vacas. El Rastro de Madrid y La Casa de la carne, antigua carnicería hoy convertida en la tienda del diseñador Carlos Díez.

Una oscura leyenda atribuye el nombre de El Rastro a la sangre que dejaban los condenados a garrote vil ejecutados públicamente en este lugar.
Pero es otro el origen de la palabra Rastro que más me interesa, y que mantiene que, con toda probabilidad, se refiera al hecho de que las reses dejaban un rastro de sangre después de ser degolladas y vendidas al por mayor. Que debe su nombre al viejo matadero y a la marca de sangre de las reses. Un matadero donde los despojos de las reses se sacaban a rastras para cargarlos en los carros, descuidados, por lo que en el suelo quedaba inevitablemente manchado con un gran rastro de sangre. Lo que ayer fue rastro de sangre de vacas, hoy es reguero de turistas.

La Casa de la carne es la tienda temporal del diseñador Carlos Díez Díez. Cámaras frigoríficas antes dedicadas a mantener fresca la carne y congelar la sangre hoy esconden algunas de las prendas de su próxima colección. De pinchos y ganchos con un fin bastante más conmovedor en el pasado, de donde descendían cabezas de vaca, hoy se descuelgan zapatillas diseñadas de colores nuevos. ¡Qué despropósito y a la vez que atractiva esa otra sangre!




Y mi último alimento para estas vacas es una citaq de Paul McCarnety que encontró S. el otro día y me la escribió para leérmela más tarde. "Si los mataderos fueran transparentes, todos seríamos vegetarianos...

jueves, 29 de enero de 2009

El bandido del viento













Me faltaron muchos rostros. Es cierto. Me faltaron muchos rostros confirmados que no vencieron el frío y el viento de ayer, pero hubo tantos otros que no esperaba y que eran tanto o más importantes para mí que aquellos que no vi. Me faltaron muchos rostros. Rostros que se perdieron en las orillas del camino. Un camino donde se olvidaron sus pasos. Perdidos en un océano o arrastrados por otra corriente más mediática. Me faltaron, sí, pero pude ver el rostro de Marga Clark, por ejemplo, nombre importante para mí porque la considero toda una profesional de la fotografía sobre todo y de la poesía, sobre todo. Una mujer con la que, este año, y si todo marcha bien, volvamos a coincidir en un mismo paisaje y lo que es aún más emocionante, con nuestra poesía.

Estos rostros inesperados equilibraron la ausencia de aquellos pasos perdidos. Igualmente el rostro de mi ya querido Marcus Versus, que parece -aún no sé por qué pero me encanta- que nunca falla en mis silenciosas propuestas, incluso después de confesarme que no tenía noticias del acto y se enteró casi por accidente. Marcus acaba de abrir la hermosa caja de Pandora pero esta vez con el nombre de Casimiro Parker, un nuevo sello editorial -de esmerada estética y esmerados autores- en el que confieso me gustaría mezclarme en letras en algún momento de mi camino, confluyendo así con el suyo. Estuvo, también como siempre, la magistral mano -fotográficamente hablando- de José Naveiras, con el cual me emocioné sinceramente al ver su libro ya entre manos, Pecado de silencio. Amigos personales, desconocidos queridos a los que puse cara...

Enol, por ejemplo, que sí luchó contra viento y marea para venir a ver mis geométricos peces. Amigos del trabajo también. Me faltaron rostros, sí, ¿y qué?, mi boca no es tan prolífica como mis manos. Si lo fuera supongo que no escribiría tanto, sería más bien toda una oradora. Mis manos no son buenas conversadoras cuando hablan, porque supongo, esto desequilibraría su otro lenguaje, el escrito. Me faltaron, sí, claro que me faltaron, pero conté hasta quince bocas que me felicitaron por mi querido, nuevo y casi mágico Pez místico.

La entrada de Inoidel -se retrasó en su camino- me arrancó los nervios de golpe. Así que estos se hicieron con mi cuerpo y mis manos los minutos anteriores. Ya en casa, charlamos hasta altas horas de la madrugada con los míos, los míos verdaderos, mi sangre, el líquido de donde viene todo, mis venas, los nervios de mis venas, de donde viene todo aquello que ahora soy, mis letras. Mi madre, que me dio dos hermanas a las que adoro y que además son creativas. Hace casi diez años que no coincide en una presentación mía por cuestiones de distancia así que su asistencia ayer después de mi persistencia fue emocionante. Es cierto que hubo un momento en mi intervención que hubiera deseado cavar y escarbar la tierra que yacía bajo la cuadrada baldosa al sur de mis piernas, y dejarme tragar, definitivamente. El retraso de Ino, la ausencia de mis rostros confirmados, el reloj que rebotaba de horas a minutos, de minutos a segundos, y quizá un cúmulo de actos más sin importancia, hicieron de mi cuerpo un manojo de flores rotas que el viento fuerte de afuera vapuleó por un segungo a su antojo. Así que por un momento, sólo por un momento, deseé que mi papel de peso sujetado con mi mano, con esa misma fuerza que el niño sujeta su cometa, saliera volando y me llevara con él, como en un hermoso cuadro de Chagall.

Gracias a todos aquellos rostros. Los más queridos, los más queridos. No tardaré en subir fotos, si Naveiras me lo permite, que será que sí.

El video es cortesía del querido Enol. Las fotos del querido José Naveiras.





Un inciso: Es curiosa la vida. Conocí a Inoidel en el albor de aquellos días en que tenía pendiente la presentación del libro. Y ayer, exactamente un día después de la presentación, él terminaba sus sesiones de rehabilitación y yo, curiosamente las mías también. Exactamente un día después a la presentación del libro. Exactamente ambos. Como si fuera todo un extraño rito donde finiquitábamos nuestras sesiones de lesiones. Y entre este paréntesis de meses, un libro, un amigo. La vida a veces está llena de símbolos. Sólo hay que abrir bien los ojos para saber verlas.
Gracias Mayte por tus palabras-

Otro inciso: A los que considero verdaderamente míos, como S., mi familia, G. P. y mi querido R. no los nombro porque ya viajan conmigo y sus nombres, sus iniciales van inmersas en mis letras.

martes, 27 de enero de 2009

La geometría de unos aires difíciles

Recordad, a los que podáis lidiar con este aire que estos días se ha vuelto difícil, hoy a las 20 h en El Bandido doblemente armado, presentamos el libro La geometría del vientre. Me acompañará Mayte Sánchez Sempere
Poemas de La geometría... y otros inéditos de El pez místico (publicación 2009) en la voz rotunda de Marta Ruiz de Viñaspre
Saxo en las también rotundas manos de Inoidel González
Y bombones y libros en boca de todos
Os garantizo vértigo
Será sólo un momento

sábado, 24 de enero de 2009

Nunca te prometí un jardín de rosas

Ya lo tengo apuntado en el calendario. Lo hemos apuntado para este viernes próximo aunque este viento no se detenga. Quiero ver esta exposición Nunca te prometí un jardín de rosas. . Título sugerente que me trae la película de 1977 con Bibi Andersson, entre tanto elenco. Una de las musas en cierto sentido de Ingmar Bergman.




"...en sus fotografías cecilia se autorretrata como una heroína moderna que modela a su antojo sus aventuras y los espacios en los que transita, suerte de bosques encantados, decorados de películas de ciencia-ficción y arquitecturas periféricas. otras veces, una cecilia desdoblada, como recortada de un cuento infantil, se aventura en sueños silenciosos de dolor, traición e intrigas. el cruce de géneros como la literatura de ciencia-ficción, el relato corto, el cine fantástico, el cómic y la pintura renacentista produce imágenes perturbadoras y movedizas, casi inasibles, en los límites del subconsciente. la temática de su discurso cuestiona la individualidad y la identidad por medio de sus opuestos, la multiplicidad y el doble."

Del 16 de enero al 28 de febrero en la madrileña Galería Cámara Oscura, situada en la c/ Alameda, 16. Y su horario es de martes a sábado de 11.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.30 horas.

Una fotografía tan teatral y tan llena de literatura que este viernes, si no hay nada en contra, ni siquiera este viento que azota mi mente, me llevo a S. a esa cámara oscura...



Gracias gracias L. por tu propuesta musical. La sigo.

Asesinato en la oscuridad

¿Desde qué paraíso o raro sueño desciendes hasta mí para mirarme? Un pájaro que canta hay en tus ojos... “Tenía los ojos asustados de un pájaro salvaje.” Ésta es la clase de frase que me vuelve loca. Me encantaría escribir semejantes frases sin avergonzarme. Me gustaría leerlas sin avergonzarme. Si pudiera hacer estas dos sencillas cosas, creo que pasaría el tiempo que se me ha asignado en esta tierra como una perla envuelta en terciopelo. “Tenía los ojos asustados de un pájaro salvaje.” Ah, pero ¿Cuál de ellos? ¿Una lechuza blanca, tal vez, o un cuclillo? Da igual. Ya no necesitamos a los literalistas de la imaginación, son incapaces de leer “un cuerpo de gacela” sin pensar en parásitos intestinales, parques zoológicos y olores.
“Tenía una mirada fiera semejante a la de un animal indómito”, leí. Dejé a regañadientes el libro, con el pulgar todavía apoyado en aquel emocionante momento. Él está a punto de estrecharla en sus brazos, de comprimir su cálida, devoradora, dura y exigente boca contra la suya mientras los pechos de ella afloran por encima de la parte superior de su vestido, pero no consigo concentrarme. La metáfora me maneja a su antojo, me conduce al laberinto y, de repente, el Edén se extiende ante mí. Puercos espinos, comadrejas, jabalíes verrugosos y mofetas, con sus fieras miradas maliciosas o duras o imperturbables o porcinas y taimadas. Que angustia ver el romántico frisson estremecerse justo fuera de mi alcance, una mariposa de negras alas pegada a un melocotón demasiado maduro, y no poder tragar o revolcarme. “¿Cuál de ellos?”, pregunto en un susurro al aire que no me responde. “¿Cuál de ellos?”

MARGARET ATWOOD

jueves, 22 de enero de 2009

Las tripas de una vaca atropellada

Aún me quema el acero en las manos. Aún me quema el susto. Hoy he visto las tripas de mi cuerpo atropellado en el asfalto húmedo de lluvia. Eran las 6.35 h de la mañana cuando eché mi cuerpo a correr para no perder el autobús. Antes de cruzar el semáforo, y tras confirmar (aún corriendo) que estaba en verde para mí, continué con mi carrera hacia el trabajo. Aún así, algo debajo de mí me decía que allí, desde aquella esquina esra totalmente pausible la aparición de un coche que amedrantaría mis piernas. Sin escucharme seguí mi curso. De repente, como si todo lo pensado en un segundo tomara realidad plena, el morro de un coche en movimiento que saltaba aquella prohibición de continuar, rozaba mis rodillas ya quietas, mientras yo, asustada y enfurecida golpeé con mis dos manos el capó asesino, no sólo para, ilusa de mí, detener su curso trepando por mis rodillas, sino para gritarle “¿Estúpido, no ves que está en verde? Maldito cabrón. Cabrón. Cabrón”. Mi corazón se aceleraba mientras mi mente se disparaba a una imagen. Una sola imagen. Las tripas de alguna vaca atropellada hoy y a esas horas en alguna carretera del norte. Todo el camino al trabajo no he dejado de pensar lo que tan cerca he visto esta mañana. ¡Qué sucio hubiera sido todo! ¡Cuántas manchas!

martes, 20 de enero de 2009

Presentación La geometría del vientre

El martes 27 de enero a las 20 h, en un acto poético-musical, presento en el café-bar El bandido doblemente armado, el libro La geometría del vientre, publicado por Editorial Poesía eres tú. Me acompaña la editora Mayte Sánchez Sempere, la actriz Marta Ruiz de Viñaspre, mi hermana, que siempre que el tiempo se lo permite lee mis poemas, y todo ello acompañado y acompasado con el saxo de Inoidel González, sí, sí, Inoidel, ya sabéis, mi saxofonista particular, en cierto sentido.
¿Nos vemos allí? Me gustará ver rostros conocidos y me entusiasmará conocer otros tantos desconocidos que dejarán de serlo en ese mismo instante.
Cuando se acerca el día volveré a recordarlo desde este rascacielos.



Os dejo algunos de los poemas que se leerán ese día.

I

¿QUÉ hacer con el deseo?
Un rosal
Un entierro en la luna
Afeitarse las piernas
con el afilado borde de una cuchilla
que en otra vida fue mujer estéril.
O quizá masticar un pez de colores.


II

SENTIR la mano blanca
que con dedo trémulo
acaricia sus párpados bajos
en busca de un hallazgo de lágrima
y al instante recibir su densidad
en el extremo más carnoso del índice.


III

ES hora de empujar
toda la vida desde la lengua.

III
A SAM

VERTICAL y en relieve
la herida azul llena de dirección
flota, solitaria, en el cielo de tu ombligo.
Y desde el mármol que hay a la espalda
de tu vientre
emerge el tallo de la flor erguida que es tu cuerpo.
Eje que sella irremediablemente
el diámetro de tus caderas con tu delgado cuello.
Triángulo imaginario de entendimiento ajeno.

sábado, 17 de enero de 2009

Por si las vacas...

Ayer S. y yo nos fuimos de vacas. No fueron vacaciones exactamente. Sólo nos fuimos de vacas. Y pienso que la vida me devuelve simbólicamente la imagen en la que nadan mis manos justo en el mismo momento en el que las ideas acampan en ellas. O eso me gusta pensar y contrariamente a esto que creo, la vida está llena de casualidades. Ahora ando enamorada de vacas y Madrid se me llena de estas cuadrúpedas amadas. S. es tan paciente con todos mis amores... que ayer nos fuimos de vacas. Volveremos, claro.


imagina por un momento
la vaca de tus sueños


si yo pudiera pintar
la vaca de mis sueños,
pintaría una vaca de rodillas separadas
una vaca azul o roja o verde
una vaca blanca manchada de tinta
solo la querría para soltar el color en mi colina
pero eso sí, pintaría de azul su sangre,
y borraría las cáscaras de sus ojos

martes, 13 de enero de 2009

Contra la barbarie de las noticias. Gaza

fui a los bosques porque quería vivir conscientemente,
para enfrentarme a los hechos esenciales de la vida,
para ver si era capaz de aprender lo que ella me tuviera que enseñar,
y para no descubrir, cuando llegara mi muerte, que no había vivido. Thoreau





ninguno de nosotros sobrevivirá a nuestro propio peso
seguiremos comiendo y bebiendo frente a un televisor
que va sumando muertos en nuestro contador casero,
-aquel calendario de muerte sujetado con un imán
en la pared frigorífica de nuestro pecho y que reza algo así como:

¡no interrumpir nunca la comida por el muerto de la tele!
¡no interrumpir nunca la comida por el muerto de la tele!

ninguno de nosotros -telespectadores expectantes-
sobrevivirá a nuestras propias vacas mancilladas
sólo el mundo resistirá
claro que resistirá, no tengo la menor duda
resistirá porque el mundo es un establo
donde siempre habrá vacas nuevas que lleguen de colinas nuevas
por eso, por eso la colina nunca será ceniza
eso sí, televidentes ya muertos, nos parecerá distinta
retrasmitirán nuestras propias muertes
mientras recordamos aquella sentencia antigua
imantada en el frigorífico de nuestro pecho:

¡no interrumpir nunca la comida por el muerto de la tele!
¡no interrumpir nunca la comida por el muerto de la tele!

será una muerte sin tregua, es cierto,
sin lucha, sin afán y sin lamento
y seremos ejemplo para abatir
las cabezas de las reses más orgullosas del mundo,
como una luz tenue que muere en la sombra,
como una tempestad en el establo,
como una imagen que se contempla
con las puertas de los ojos cerradas con llave
ninguno de nosotros sobrevivirá a esa teleserie.
nos iremos más allá del límite radiante de alguna colina verde
pero entonces, vienen las contradicciones
o sea, la razón
la razón de atragantar nuestra comida
por el muerto de la tele

(de Tablas de carnicero)

domingo, 11 de enero de 2009

La vida al revés

Deberíamos nacer ancianos,
despiertos, capaces de decidir
nuestro destino en la Tierra,
saber desde la primera encrucijada
qué camino tomar
y que irresponsable sólo sea
el deseo de ir más lejos.
Después, hacernos al caminar,
aún más y más jóvenes,
maduros y fuertes alcanzar
las puertas de la creación,
traspasarlas y entrar enamorados
a la adolescencia,
ser niños cuando nazcan nuestros hijos.
Igual serían siempre más viejos que nosotros,
nos enseñarían a hablar,
y nos mecerían para dormirnos,
desapareceríamos cada vez más,
seríamos cada vez más pequeños,
como un granito de uva, de arveja o de trigo...

Ana Blandiana (Deberíamos)

Traigo hasta aquí esta vida al revés de Ana Blandiana. Y lo hago desde Sopa de Poetes

sábado, 10 de enero de 2009

De la idea más hueca a la materialización

Al final lo he conseguido. Bueno no luché mucho, es cierto. Y hablando de luchas, ahora se me va la cabeza a la matanza de Gaza. Lo pienso y creo que deberían ganarse o perderse así las guerras. Dialogando. Con proposiciones que aúnen música y letras. Manos y voces. Para tomar al fin otro nombre que nada tenga que ver con Guerra. Quizá de este modo no existirían los buenos, ni existírían los malos. Quizá de este modo no existirían las guerras. Todos a la misma altura de una mesa. Quizá, sólo quizá todo sea tan sencillo como una tabla. Como una mesa. Ese país horizontal lleno de ideas. ¡Díos mío, qué saltos da mi cabeza...y qué falacia, pienso al momento! Si yo hablaba sólo de un librillo de poemas... En fin, retomando mi proposición... No, no luché mucho, es cierto. El mismo día que nació esta idea en mi mesa conseguí materializarla. Hacer de algo hueco y de arcilla otro algo más macizo, más sólido. Sencillamente le dije: Inoidel, quiero hacerte una proposición, por supuesto se admiten negativas. Presento el 27 el libro y me gustaría que nos acompañaras con tu saxo. Él aceptó al segundo siguiente de terminar mi frase, pisando con su voz aquella última palabra que él tantas veces menciona: "saxo". Aceptó mi proposición sonriendo con la emoción que hay en un corto Claro, cuenta conmigo. Será bonito..., mientras me hablaba con su mano izquierda junto a su casi gemela derecha, algo más lesa, de saxos bajos, barítonos, tenores, contrabajos... Voz y acompañamiento. Manos y voces.


Vuelve a brincarme la cabeza. Hablando de guerras y proposiciones y mesas, subo una frase de Robi Damelin tan certera como la nieve de ayer en Madrid y que me llega de mi querida G. I.

“Es mejor sentarse alrededor de una mesa para hablar que alrededor de una tumba para llorar”.
Robi Damelin

Yo también estoy con ellos

jueves, 8 de enero de 2009

Mi rey mago fue Hemingway

Ayer S. me dio una gran sorpresa. Este año no hemos tenido casi Reyes, el mundo está lleno de personas que no han tenido Reyes y por cuestiones mucho más transcendentales que las nuestras. En nuestro caso, las prisas, su trabajo, el mío, horas y horas de trabajo a la espalda. El martes, día de Reyes, fue el último día de horas que se alargan. Hoy todo vuelve a la normalidad, a nuestra normalidad. No hemos tenido vacaciones, al contrario, hemos duplicado nuestras horas de pasteles y libros. Pero ayer fue el primer día normal.
S. llegó a mediodía y yo sobre las 18 h. Tenía una sorpresa para mí, una sorpresa a compartir. La primera era el libro de Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson (el cual nos han aconsejado vivamente ya en tres ocasiones) y ¡¡¡un cuaderno estilo "Hemingway"!!! En cuanto vi la libreta me emocioné, no es por hacer desprecio a ese maravilloso libro, que S. ya ha comenzado con el poco pasado que ha tenido en sus manos, pero a mí esas libretas me encantan. No las compro porque reconozco que soy un desastre. Es cierto que siempre he de llevar un cuaderno o un bloc viejo en el bolso para escribir mientras observo en alguna hora del día que me pilla fuera de casa, pero acaban muertos de suciedad en el fondo de mi bolso. Emborronados. Usados. Lastimados. Desvencijados. Rotos. Y amputados de páginas. Soy un desastre. A veces sólo son trozos de papel divorciados de todo cuerpo lo que nada en las aguas oscuras de mi bolso. Por eso quizá siempre me he echado atrás a la hora de coger una cuaderno así.
S. sabe lo mucho que me gustan pero no me lo esperaba y es el mejor regalo de Reyes que he recibido. Ayer en el trabajo, caminando por la calle, en conversaciones robadas en un autobús, no he dejado de escuchar, ¿qué te han regalado los Reyes? como si fuera una obligación que rechazara socialmente de raíz a todo aquel que no ha recibido o no ha hecho regalos. Yo así me he sentido hoy. Por un lado amputada de esta sociedad que te rechaza si no entras en el juego, en este juego preconcebido de consumismo, pero por otro también me sentí por todo esto privilegiada, por ser capaz de a pesar de no entrar en ese círculo, sentirme igual de agradecida. ¡Existen al cabo del día tantas maneras de recibir regalos! Sólo abría que abrir bien los brazos para dejar que lo bueno del día caiga en ellos. He escuchado palabras como me han regalado una Play, la Wii (que no sé cómo se escribe), mucha ropa, bicletas, viajes, hasta coches, un sinfín de cosas que chocaban con mis pensamientos interiores. Eso sí, ayer en el autobús una amiga le decía a otra, ambas frente a mi mirada fija. ¿Qué tal los Reyes? la otra bajó la mirada y aunque su boca dijo "Bien, muy bien", yo noté que no había habido Reyes este año pero también sentí que se avergonzaba de confesar que esos seres extraños no descendieron por ninguna chimenea cercana a su casa. Me entraron ganas de decirle, "Dílo mujer, no pasa nada. Dílo. Di, no, este año no he tenido ningún regalo."
Yo no he tenido tiempo de hacer regalos ni de recibirlos. Y cuando digo regalos quiero decir sorpresas porque regalos con S. tengo a diario. Pero hoy, al recibir esa libreta de sus manos mientras su boca decía algo así como ¡es una tontería!, casi me echo a llorar de la emoción. Porque por lo visto a mí las tonterías me encantan. Me ha parecido el regalo más hermoso, caro y costoso que he recibido (se ha recorrido en peregrinación algunas tiendas después del trabajo en lugar de dormir en casa su siesta atrasada). Por supuesto he instado a S. a que me la dedicara.
La dedicatoria, con una letra increíblemente legible de su puño, explicaba el por qué de esas libretas, era un texto tomado de un marcapáginas que dormía en el centro del cuaderno aún vacío y que decía así:

Dicen de Moleskine que es un acumulador de ideas y emociones, la mítica libreta de los intelectuales de los útlimos dos siglos en Europa. Una libreta para pasar de un bolsillo a otro acompañando y registrando la realidad en movimiento, captando detalls y vivencias.

Pero S. concluyó así:

Yo sólo quiero que te sirva para retener historias, adiestrar vacas, liberar peces y guardar todo lo que tu maravillosa mente fabrique en cualquier lugar y momento. Sé que te hacía especial ilusión que fuera ésta MOLESKINE y no otra, así que aquí la tienes. Afila tu lápiz y házme feliz con tus palabras.

"Adiestrar vacas, liberar peces"... mi querido Pez místico y mis Tablas de carnicero. Cómo me gustó. Cómo me gustó esa frase de su puño que encierra tanto significado para mí y a la vez es tan poco en la vida. Tanto que no pude seguir leyendo porque temí ensuciar -fea costumbre mía esta que tengo con los cuadernos- mi Moleskine de lágrimas. Han sido unos Reyes algo tardíos pero tan hermosos, tan hermosos... Alguien pensará que es exagerada mi emoción pero estoy conteniendo en estas letras la intensidad de esa emoción.

Al final, cuando abracé a S. para secar mis lágrimas en su hombro, me dijo sujetando el cuaderno y haciendo piruetas: Ahora ya eres una escritora en toda regla. Me hizo sentir importante. Y ser importante para S. es siempre mi meta.
No sé si agradará a S. la confesión a voces de este regalo pero es que no puedo callármelo. No puedo.

*la foto es de internet, mi "Hemingway" todavía no la he ensuciado...

lunes, 5 de enero de 2009

El rascacielos de la boca

Quiero explicar el por qué de la palabra Rascacielos. Creo que nunca lo hice y descubro perpleja que da lugar a error, bueno no a error, más bien a nuevas posibilidades. Y aunque me parece curioso, ocurre que considero justo explicar el por qué de esa palabra para ampliar aún más las posibilidades en aquellas personas que me descubren sus propias posibilidades. En un principio pensé que la cita que encabeza este espacio "LA CARNE DEL CIELO DE MI BOCA, CONTIGO, ENVEJECE MUY BIEN CONMIGO" dejaba claro mi intención pero hoy me extiendo aún mucho más.

Evidentemente me han repetido muchas veces si tiene algo que ver con Nueva York, o con la ambición de subir en ascensor al cielo, en fin, mil cosas más.
Me han dicho si coincidió con la construcción de los rascacielos de Madrid, y de nuevo, muchas más posibilidades aún. Trabajo en un gran edificio, se diría que antaño fue hasta coloso, hoy es anciano como las aceras de las calles pero el que tuvo retuvo. El otro día me encontré en la máquina de café con un compañero del trabajo con el que coincido poco -somos muchos y diversos- y sólo charlo si me tropiezo de camino a la máquina. Hablamos de mi Rascacielos, de su insistencia por visitar su espacio -lo haré, lo hago- y de mi nombre, Rascacielos. Me dijo casi con seguridad que si este Rascacielos era el edificio que se alzaba sobre nuestras cabezas en ese preciso instante. Yo miré hacia arriba y vi el edificio al que me voy cada día a trabajar. Me sonreí. Y tras masticar su casi afirmación me llevé las manos a la cabeza ante el error. Pues nada tiene de edificio esta otra palabra con la que concibo este espacio, aunque eso sí, tiene mucho de edificación. Rascacielos es aquella edificación de arruga que es testigo mudo de nuestros sinsabores en la vida pero también del lado más dulce de la vida. Es nuestra bóveda interna. Nuestros paladares. Aquellos que nos dan el gusto.

El rasca-cielos son las lenguas que rascan cielos. Los cielos de nuestras bocas. Nuestros paladares. Nuestras bóvedas celestes particulares. Y la palabra es un rotundo homenaje a S. que trabaja con sus manos pasteles y moldea masas para rascar los cielos de nuestras bocas. Aprendí a amar el paladar cuando conocí a S., amante de su trabajo hasta la exageración que explica con una didáctica que parece innata todos los pasos que existen en la vida que hay en los ingredientes hasta llegar a perfilar un pastel que saborearán otros en sus paladares y con los que rascarán dulcemente sus cielos. El intenso olor a dulce impregnado en una piel. Sí, este es mi homenaje a S. en un día como hoy, donde vuelan los pasteles y los roscones en sus manos diestras de experiencia, que no cansada del trabajo, llega a casa y me relata con sus manos lo que hicieron de su jornada sobre un banco. Mi creadora particular. Y la escucho y luego le hablo de cómo van mis vacas. De lo que hacen mis manos con ellas en esa otra tabla de carnicero. Mis poemas últimos con sabor a vaca. Y en esas andamos a diario. Entre pasteles y poemas. Y todo eso tenemos siempre entre manos.

Y busco en Google paladar para subir una imagen y dejar claro -aunque toda posibilidad es válida- que este rascacielos es de la boca y nada urbano, y me topo con Oriol Balaguer, un dios para mi S. La vida y sus símbolos. La subo, claro. Junto a una de sus creaciones, claro.

sábado, 3 de enero de 2009

Abstracción total

Llevo toda la mañana haciendo y deshaciendo "vacas" mi nuevo trabajo. Escribo con manos minimalistas. Y hago un inciso porque acabo de recordar a mi querido y oído Wim Mertens melódico minimalista. Yo ahora me encuentro en un nuevo epicentro de una nueva etapa minimalista de vacas que me abstrae totalmente. Trabajo en vacas. Escribo sobre vacas minimalistas. Y cuando algo me llama de lejos y se mete en mí con esta fuerza, ya no tengo ojos ni manos para nada, con claras excepciones. Sólo me importa ese lenguaje que quieren darme mis manos. Y yo las escucho. A veces se desdicen tanto como escriben pero las escucho y siempre, siempre las hago caso. Soy su intermediaria. Vacas y más vacas con las que doy fe en mi lenguaje más mínimo y más básico. La reducción del lenguaje a lo elemental, la predilección por emocionar a través de la mínima expresión. El racionalismo. Las líneas rectas en los versos. La ausencia de ornamentos. Mi mayor economía lingüística. El silencio. La ausencia de ruido en estos versos. La lejanía del mundo material y a la vez opaco símbolo todo del consumismo más exacerbado. Sencillo y funcional lenguaje también para esta música. Puro minimalismo. En fin, que esto del youtube no tiene precio. Fundamental, desde siempre. Sí, la línea recta siempre fue el camino más corto. Más directo.

"Menos es más". Acabo de recordar en este instante esta frase en boca de F. el que va soldando cada mañana con persistencia y carácter igual de minimalista las líneas menos rectas de mi hombro.

The Fosse-WIm Mertens



* Nota al margen: Sí, sí, ya sé que este minimalismo, que este lenguaje sencillo y directo de mis manos, que ese menos es más, que este laconismo contradice mi entrada anterior, pero hay veces que se desbordan.

¿El informe Kinsey o Rouco sin papeles?

Ayer, en esa hora ya de charla, a la que incialmente arrastro mi cuerpo con una inicial pereza pero de la que luego me cuesta salir, en esa hora de rehabilitación donde sigo acudiendo para soldar mi hombro, y donde también soldamos la mente, la conversación se centró en un momento en los "peligrosos" -a mi modo de ver- encuentros de familias de Rouco Varela que tienen lugar en Colón y con ello la escueta mención de F. mi fisioterapeuta del famoso y lapidario informe Kinsey -que yo ya conocía-, una mención con la que de golpe llevó la razón a su campo.
"Familia cristiana" rezan las pancartas sujetadas por fervorosos católicos en un acto que pretendía ser un alegato a favor de una familia "normal". Pero con la exclusividad de "una familia fundada en el matrimonio, comunión indisoluble del hombre y la mujer" y con rotunda exclusión a las uniones o matrimonios homosexuales. Lo que excluye limita, así que considero a estas miles de personas con pancarta en mano seres de mentes limitadas e irreales, donde sólo parece válida la vida tal y como ellos la plantean, y no contentos con esto, critican y rechazan todo lo que se aleje de esas premisas. Qué limitación la escuadra de sus mentes.
La pena -de nuevo a mi modo de ver- es que entre los asistentes había muchos niños, algunos acomodados en sus carritos, absorbiendo sin saberlo una contra-educación que les desin-formaría en un futuro con la misma limitación que hay en el agua de una pecera, en luga de ampliar sus futuros viajes por el océano de la vida. Y yo pensaba: los niños, los niños, que son nuestro futuro. Habría que tener tanto tanto cuidado a la hora de inculcarles una educación... Habría que tener más esmero es plantar frases como ésta porque más que dar salud, matan: El lenguaje de la creación es claro e inequívoco respecto al matrimonio: un varón y una mujer, el esposo y la esposa que se aman para siempre y ¡dan la vida Me pregunto si serán así de literales en todos los campos de su vida. Me pregunto si en aseveraciones como ésta consideran las vidas del resto que no cumple estas premisas, indigna, ilícita, insana y hasta he llegado a oír que todo un crimen.

En 1948 Alfred Kinsey realizó con su equipo 18.000 entrevistas y publicaron "El comportamiento sexual en el hombre", y en 1953 publicaron "Comportamiento sexual en la mujer" en 1953. Tienen que ser libros impresionantes, por un lado fríos, estadísticos y con metódicas tablas y números, pero a la vez con una interesante información sobre algo tan poco matemático como las conductas sexuales más habituales. Nacía así el informe Kinsey , la primera encuesta científica masiva acerca de las conductas sexuales humanas.

Sobre la base de más de 5.300 entrevistas personales con hombres de raza blanca, Kinsey llegó a una serie de conclusiones acerca de la homosexualidad:

El 37% de los hombres entrevistados experimentaron alguna vez un orgasmo homosexual a partir de la adolescencia.
El 13% de los varones sintieron deseos homosexuales, sin que se produjera por ello contacto físico alguno.
El 25% de ellos tuvieron experiencias homosexuales no incidentales entre las edades de 16 a 55 años.
El 18% mantuvieron igual número de relaciones heterosexuales que homosexuales durante un período mínimo de 3 años, entre las edades de 16 a 55 años.
El 10% tuvo una conducta estrictamente homosexual durante un período de 3 años como mínimo y entre las edades ya reseñadas.
Un 4% manifestaba una conducta estrictamente homosexual durante toda su vida y ya manifiesta durante la adolescencia.

Por lo tanto, LA HOMOSEXUALIDAD EXISTÍA EN TODOS LOS NIVELES SOCIALES Y OCUPACIONALES.

De su trabajo de 1953 sobre el Comportamiento sexual en la mujer, Kinsey realizó 5.490 entrevistas a mujeres de raza blanca de las cuales se deduce que:

Un 13% de mujeres habían experimentado algún orgasmo homosexual a partir de la adolescencia.
Sólo un 3% de las mujeres habían sido predominantemente homosexuales durante un período de 3 años como mínimo.
Las mujeres, en contraste con los hombres, no solían ser promiscuas y tenían sus relaciones homosexuales sólo con 1 ó 2 compañeras en el 71% de los casos.

Por lo tanto, LA HOMOSEXUALIDAD EXISTÍA EN TODOS LOS NIVELES SOCIALES Y OCUPACIONALES.

Resumiendo. Estos resultados llevaron a Kinsey a confeccionar la Escala de Kinsey sobre la heterosexualidad-homosexualidad, donde el grado 0 manifestaba una heterosexualidad completa sin ambajes y el 6 una homosexualidad exclusiva y dominante. Aún así, su estudio demuestra que la mayoría de las personas se encontraban dentro del número 1 o 2 en su escala. Esto es, que el número 0 en esa escala, es decir, heterosexualidad compleja sin ambajes, prácticamente no existía.

Por lo tanto, insisto, LA HOMOSEXUALIDAD EXISTE EN TODOS LOS NIVELES SOCIALES Y OCUPACIONALES.

Las conclusiones que se extraen de la obra de Kinsey diferían radicalmente de la apreciación que se tiene de la homosexualidad como fenónemo minoritario: la mitad de los varones de la muestra habían tenido al menos una experiencia homosexual (a nivel físico o de fantasía), aunque era muy frecuente que hubieran tenido más de una, o incluso una vida homosexual exclusiva (4%). Por tanto, este tipo de sexualidad no era excepcional, lo que venía a indicar que la homosexualidad en sí no era un índice de patología mental, ni ninguna aberracción, ni ninguna otra enfermedad, y que la mayoría de homosexuales masculinos y femeninos se identifican con su propio sexo, al contrario de lo que a menudo se considera en cuanto al afeminamiento del varón o la masculinización de la mujer.

Partiendo de todo esto, parece confirmarse que la sexualidad, querido Rouco, es mucho, mucho más compleja de lo que se cree. Así que convendría no hablar ya de dos grupos de personas, "los normales" y el resto, los "no normales", los lícitos y el resto, "los ilícitos", los sanos y el resto, "los enfermos". Existen los matices. El mundo es mucho más cromático. Más bien deberíamos plantear así la sexualidad humana, como una senda compleja y cromática que recorre esos extremos que van desde la heterosexualidad exclusiva hasta la homosexualidad exclusiva. Ya que la mayoría de los individuos, tras este estudio, estarían en los estratos intermedios de estas dos tendencias. Incluso me atrevería a decir que también entrarían en este estrato muchos de esos padres o madres de hijos, todos ejemplares. Probablemente es la sociedad la que por medio de la educación y los modelos presiona más, para que los individuos que no se encuentran en estos extremos, y acepten de forma incuestionable su papel como heterosexuales. Supongo, como lo hablaba yo ayer con S. ya en casa, que si viviéramos guiados exclusivamente por nuestro instinto, es decir, lejos de sentirnos presionados por esa sociedad "ejemplar" que plantea Rouco, habría muchas más personas que se encontrarían en ese extremo de homosexualidad. Me atrevería a decir, como también garantizan otros tantos estudios sobre el comportamiento humano, que todos nacemos con una bisexualidad innata en cierto sentido, con esa ambigüedad. Quizás se trate de una teoría simplista, pero parte de la base de que nadie es cien por cien heterosexual ni cien por cien homosexual. Pero todo esto, a pesar de ir con estadísticas de la altura de Kinsey, es sólo a mi modo de ver. Y siguiendo con mi manera de concebir todo esto, ante todo somos eso que vemos. Personas.
Por lo tanto, la piedra filosofal se llama Escala de Preferencia Sexual de Kinsey.

Por cierto la película se titula Kinsey (2004) del director Bill Condon y con Liam Neeson.
También he encontrado un reportaje de un prestigioso oncólogo italiano UMBERTO VERONESI, candidato al Premio Nobel, es muy interesante y se titula El mundo del futuro será bisexual. Deacuerdo con ese estudio futuro, se hace necesario un cambio de esos patrones de familia que impone Rouco. Puede que los bisexuales de hoy sean el modelo culminante del mañana. Evolucionemos, no involucionemos.

*los datos estadísticos ha sido sacado de fuentes de información.

Esta entrada parece una campaña de animación a la lectura. Siento la longuitud. Pero en fin, siempre somos libres de seguir o no seguir leyendo.