jueves, 17 de octubre de 2013

alejandra pizarnik en la sala triangulo

Se prohíbe mirar el césped. Premio Estación Norte.
Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle. TAC 2013.

tras aquel mayo en el que tuve la oportunidad de ver este nuevo montaje de ghetto 13/26, y después de haber rodado por festivales como FETAL o AESCENA, al fin podremos disfrutarles en madrid....

será en la sala triángulo los días 26 y 27 de octubre a las 22.30 (ir al evento)


el montaje de la compañia gira en torno a la poeta alejandra pizarnik y su piedra de la locura. muerta un 25 de septiembre de 1972 por una sobredosis de seconal y a la joven edad de 36 años.

se prohíbe mirar el césped es una autopsia psicológica de alejandra pizarnik, la reconstrucción de su vida, enfermedad mental y comunicación de ideas de muerte [fuente: europa press].

la obra recibió el premio al mejor espectáculo de la sección estación norte del pasado TAC (valladolid), ex aequo con rayuela lab, freak cabaret circus.

junto a félix fradejas, director del espectáculo y con el papel de forense, que vive en su propia piel la catarsis no solo de la poeta sino la suya propia, están marta ruiz de viñaspre, multiplicada en alejandra niña alejandra hija alejandra hermana alejandra mujer alejandra poeta alejandra viva alejandra muerta... y pau de nut, que con su voz rota lanzada contra su chelo, ayuda a que el aire de la sala se descuartice lentamente.


FICHA ARTÍSTICA
título:          se prohíbe mirar el césped
colectivo:    ghetto 13/26
actores:       marta ruiz de viñaspre - alejandra
                   félix fradejas - forense
música:       pau de nut - voz y chelo

lugar:          sala triángulo
día:             26 y 27 de octubre a las 22.30 h
duración:    60 minutos

algunas críticos han dicho de ella

Fernando Herrero. El Norte de Castilla

Carlos Toquero. El Mundo

Virginia T. Fernández. El Norte de Castilla

miércoles, 9 de octubre de 2013

brodsky

Un poema de Joseph Brodsky
He entrado en una jaula

He entrado en una jaula en vez de una bestia salvaje,
quemado mi oración y apodo con una uña en una choza prisión,
vivido junto al mar, jugado a la ruleta,
cenado con el diablo sabe quién vestido de frac.
Desde lo alto de un glaciar he inspeccionado medio mundo,
me he ahogado tres veces, dos veces descuartizado.
Abandonado el país que me nutrió.
Con aquellos que me han olvidado es posible hacer una ciudad.
Me he descolgado por estepas que recuerdan el grito del huno,
vestido con aquello que vuelve a estar de moda,
plantado cebada, cubierto con papel alquitranado el suelo trillado
y no he bebido sólo agua.
He admitido en mis sueños la pupila azul del carcelero,
mordisqueado el pan del exilio sin dejar una miga.
He hecho que mis cuerdas vocales profieran todo tipo de sonidos aparte de un aullido ;
he descendido al susurro. Ahora tengo cuarenta.
¿Qué debo decir de mi vida? Que ha sido larga.
Sólo con el dolor siento solidaridad.
Pero hasta que rellenen con arcilla mi boca, de ella sólo resonará gratitud.