domingo, 28 de noviembre de 2010

garganta-desfiladero

reordeno órbitas que arrastro desde un día amanecido hace ya horas. y lo hago a todo volumen bajo la voluminosa muerte de isolda en un tristán y una isolda wagneriana. esta muerte en tránsito, esa corpórea cruzada en la impetuosa tráquea de jessie norman despierta en mí el salto y me obliga a detenerme. a aparcar órbitas, me obliga al grito. a hundirme en la misma fuerza, en lo sobrenatural, en lo extraordinario, en la vida misma más intensa. me obliga a comunicar mis emociones. a ser madera que crepita en ese campo suyo de antorchas. a hurgar en su garganta. a llorarlo todo. me obliga a extasiarme. a extenderme. a expresarme. a desfogarme. a estimularme. a alterar cuerpo y sexo. a alternar-los. al des-embolso. me obliga a desmembrarme. a descorcharme. a descoserme de la silla. a abrirme toda. a abrir las manos hacia arriba. me obliga a la zancada. a la acrobacia, a arrancarme toda tela y despeñarme desnuda por este jardín helado que veo desde el ventanal y gritar gritar gritarlo con su voz que inmola pero con la certeza de no morir de frío, si acaso de amor, como aquella isolda que en este liebestod se transfigura redimensionada frente al exánime cuerpo de su tristán envejecidamente muerto. algo así ha de sentir el que siente PODER, el poder del drama wagneriano.



escucho una y otra vez a jessie norman. atiendo a esa garganta -hermoso desfiladero su garganta- y siento eso, su PODER, un poder cruzando desiertos y froteras. qué arquitectura, su garganta... tan llena de células... dios! qué belleza su garganta desnudada... nido de pájaros guarecidos

la laringe de jessie norman, su faringe, sus bronquios, son extraordinarios. su cuello, tubo conducido por dos raíles desde donde se depeñan sus pájaros en-nidados, extasiando sus ramas que son brazos... su lengua, sierpe bondadosa que otorga y no estrangula... mirarla es casi tan placentero como escucharla.

wagner wagner wagner wagner liebestod...norman, sublime romanticismo cumbre romántica. wagner en norman me pone los pelos de puntísima y ese estado permanece tanto tiempo tanto bajo mi piel.... que temo que ese ejército de erizos se haga espina al fin en mí.

...y ahora me da por pensar en su mejilla izquierda, donde duerme la hendidura de toda su lágrima hecha cicatriz. el nitrógeno de cada lágrima derramada en cada aria interpretada hicieron herida en su mejilla y pareciera que siempre lacrimea cuando canta... transcurriendo así la lágrima por ese sendero prefijado, conocida huella, sin salirse ni un milímetro del camino

*hay que escucharlo hasta el final para que se dé el secuestro (en-volumen-alto)

original en alemán y traducción al español

Mild und leise wie er lächelt,
wie das Auge hold eröffnet
seht ihr's, Freunde?
Seht ihr's nicht?
Immer lichter wie er leuchtet,
Stern-umstrahlt
hoch sich hebt?
Seht ihr's nicht?
Wie das Herz ihm mutig, schwillt,
voll und hehr in Busen ihm quillt.
Wie den Lippen,wonnig mild,
süßer Atem sanft entweht:
Freunde! Seht!
Fühlt und seht ihr's nicht?
Höre ich nur diese Weise,
die so wunder voll und leise,
Wonne klagend, alles sagend,
mild versöhnend aus ihm tönend,
in mich dringet, auf sich schwinget,
hold erhallend, um mich klinget?
Heller schallend, mich umwallend,
sind es Wellen sanfter Lüfte?
Sind es Wogen wonniger Düfte?
Wie sie schwellen, mich umrauschen,
soll ich atmen, soll ich lauschen?
Soll ich schlürfen, untertauchen?
Süß in Düften mich verhauchen?
In dem wogenden Schwall
in dem tönendem Schall,
in des Weltatems wehendem All -
ertrinken, versinken, unbewußt -
höchste Lust!


Cuan dulce y suave sonríe,
como se entreabren sus ojos tiernamente
¿Le veis, amigos?
¿No le veis?...
¡Cómo resplandece con luz creciente!
Cómo se alza rodeado de estrellas.
¿No le veis?
¡Cuán valiente y enchido,
lleno y sublime,
se le inflama el corazón en el pecho!
Y de sus labios deleitosos y suaves
fluye un hálito dulce y puro:
¡Amigos, mirad!
¿No le percibís? ¿No le veis?
¿Tan sólo oigo yo esa melodía,
que tan maravillosa y quedamente,
suena desde su interior
en delicioso lamento que todo lo revela,
en tierno consuelo, gentil reconciliación,
penetrando en mí, elevándose,
en dulces ecos que resuenan en mí?
Esa clara resonancia que me circunda
¿es la ondulación de delicadas brisas?
¿Son olas de aromas embriagadores?
¡Cómo se dilatan y me envuelven!
¿Debo aspirarlas?
¿Debo percibirlas?
¿Debo beber o sumergirme?
¿O fundirme en sus dulces fragancias?
En el fluctuante torrente,
en la resonancia armoniosa,
en el infinito hálito del alma universal,
en el gran Todo...
perderse, sumergirse...
sin conciencia...
¡supremo deleite!

*original y traducción. internet

viernes, 26 de noviembre de 2010

diderot

¿qué ocurrirá cuando se apague el sol? Las plantas perecerán, los animales perecerán, y allí seguirá la tierra, muda y solitaria

sábado, 20 de noviembre de 2010

adagio



hoy he amanecido con este nerorromántico adagio. y hoy soy un adagio. de un inicio amortiguado al estallido más intenso para volver cadente y suavemente a su comienzo amortiguado. qué cíclicos son los adagios, aún más largos que el mismo largo
*barber

miércoles, 17 de noviembre de 2010

pessoa

decir lo que se siente exactamente cómo se siente -con claridad si es claro; oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso-: comprender que la gramática es un instrumento, no una ley

domingo, 14 de noviembre de 2010

eñeizada...

cuando te encuentras de sopetón con una estudiosa de la anatomía no entendida como ciencia sino como vehículo, cuando te encuentras a una fotógrafa como isabel muñoz,, justo delante de tus ojos, escrutadores estos de unas manos que lo han captado todo o casi todo con monocromática lente, cuando te encuentras la persona no la fotógrafa, con una voz que habla desde dentro, no técnicamente sino humanamente, resulta complicado elegir alguna fotografía suya que ilustre estas palabras, así que me decido por una de ella misma, que es exactamente la desembocadura de todo, es decir, el río donde confluyen el resto de sus series, porque sus fotografías son sobre todo, contacto.

y desdigo lo dicho y elijo también esta fotografía porque me hundí en esas doradas aguas cuando la vi y la fotografíe para que nadara en la pequeña escuadra de mi móvil, empantanada, empantallada. así que casi por incercia, cuando después de su ponencia tropecé con ella en los pasillos circulares del círculo, no pude por menos que felicitar vivamente su trabajo mientras le mostraba esta imagen en mi móvil. ella me sonrió y me agradeció encarecidamente mis palabras.




tras disfrutar el viernes noche dos sesiones en el círculo de bellas artes, ayer me reinicié el día en el círculo con ella y lo concluí en ese mismo espacio doce horas después y con una maravillosa puesta en escena de la poeta y amiga maría antonia ortega. representaba en un maridaje perfecto de atonales voces y música en directo de la escuela de letras Jazz Band, el libro flor de lis de marosa di giorgo. un buen inicio sin duda y gran colofón. entre medias, todo.

y elijo también este poema de maría antonia para vestir todo esto. porque de ello habló matinalmente isabel muñoz en su conversación. hablaba de la esencia. de la luz que hay en cada uno de los cuerpos tratados. de la individualidad con la que los trata. el recuerdo y la memoria de cada uno de aquellos cuerpos ante ella expuestos, con todos y cada uno de sus nombres grabados a fuego en su memoria detenida.

EL CABALLO

La luz es
una ciega desnuda.

Por qué razón habrá el caballo
de parecernos siempre desnudo,
y no el ganado vacuno.

Pues hay una desnudez
que también nos cubre
como un vestido
con las manos de dios
sobre nuestra piel,
nuestra boca,
nuestro sexo.

Es la luz
donde la luz es lo único
al manifestarse en cada ser
fiel a sí mismo
en la forma pura de las cosas.

Y es el caballo
uno de los seres
más idénticos a sí mismos.

de Poemas de la desnudez de maría antonia ortega

hay que entrar en sus mundos

es esta la foto?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

...en traficantes de sueños

mañana jueves 11 de noviembre a las 19.30-20 h haremos una mini-presentación lectura del libro tablas de carnicero (luces de gálibo 2010) junto al también poeta óscar martín centeno . Será en la librería Traficantes de Sueños (embajadores, 35) a las 19.30-20 h. asimismo adelantaremos algunos poemas inéditos de órbita cementerio. os esperamos.

sábado, 6 de noviembre de 2010

cartografía de orejas y fetos

dicen que la forma que coge nuestra oreja una vez aderezados como personas es el feto invertido que fuiste. que la disposición de la primera es casi mágicamente idéntica a la posición fetal invertida que tomábamos en el útero, y si lo pienso, es una de las posturas predilectas a la hora de dormir. la memoria es silenciosa. silenciosamente prodigiosa. los lóbulos de unas serían las paredes o los bordes del útero. por tanto, siguiendo dicha ecuación, a lóbulos gruesos le corresponderían paredes gruesas de útero y a lóbulos finos, paredes finas.

órganos y entrañas vinculados a través de vasos comunicantes. como si cada órgano tuviera asociado matemáticamente una entraña. esto me trae a la memoria a los griegos que consideraban el hígado como el órgano del corazón, ya que el término cardíaco hacía referencia al corazón -en griego kardia.

he leído que Aristóteles, por su parte, se dedicaba a observar la regeneración animal en colas de lagartos, serpientes o en los propios ojos de las golondrinas, deduciendo que los órganos humanos más ocultos se regeneraban automáticamente. se curaban por sí solos. Incluso llegó a un argumento bien argumentado. La razón por la que no todos los animales tenían cerebro pero sí corazón, como los invertebrados. Incluso los babilonios, creían que el hígado era el centro del cuerpo, de la vida, por ser una masa enorme, informe e inmóvil pero llena de sangre quieta en animales y hombres.

así que no es metafórico decir que la oreja es nuestra cartografía embrionaria, como si fuera una instantánea del feto que formábamos en nuestros respectivos úteros maternos. nuestro mapa auricular. a mí esto me parece precioso y creo en ello como creo en los posos del café, así que cuando voy en el metro o charlo con amigos o descubro rostros nuevos en amistades recientes que una desea preservar, es inevitable buscar con ojos sus orejas lanzadas al aire a veces, otras enterradas amorosamente bajo una manta de cabello lanzada a ambos lados. una vez descubiertas, elucubro topográficamente -esto es, sin verlas- cómo sería esa persona antes de ser persona, cómo sería el embrión de ese ser que tengo enfrente. su aspecto casi casi antes de nacer. mi cabeza entonces va creando mapas de embriones de todos aquellos con los que me cruzo, y juegan a saber si eran o no hermosos en ese país sombrío y confortable, el útero. y si no, ¿no es exactamente nuestra oreja como el vientre materno conteniendo el feto?

apuesto por ejemplo a que orejas afiladas y enfiladas hacia arriba desencadenan en seres igual de afilados, intelectualmente hablando y hasta traviesos como aquellos antiguos elfos, dioses menores que vivían en los bosques. apuesto igualmente que serían igual de desconfiados que estos seres diminutos. y que aquellas orejas más redondeadas, serían más de seres sociables, más afables, pues lo redondo siempre es afable ya que no tiene vértices ni esquinas ni espinas.

en definitiva, que tenemos la inmensa suerte de disponer de una instantánea gradual y descubierta al mundo -como descubiertos están los genitales de los animales-, de cómo éramos cuando no éramos.

dime qué oreja tienes y te diré qué feto fuiste

chantal maillard

los gestos
reducir los gestos
el de los ojos,
entreabiertos para
la claridad, y a veces
cerrados. Prolongar
el tiempo entre el abrir
y el cerrar.
reducir los ciclos
del párpado.

aquietar el aliento.

querer menos.