lunes, 30 de julio de 2012

vilariño 1


como una sopa amarga
como una dura cucharada de arroz
empujada hasta el fondo de la boca
hasta golpear la blanda garganta dolorida
y abrir su horrible náusea
de soledad
que es soledad
que es una forma de morir
que es muerte

idea vilariño [poesía completa. lumen]

*gracias por recordarme el poema Lena Yau

lunes, 23 de julio de 2012

planeta incendiado

Lluís Serrat. Burros y caballos huyendo despavoridos del fuego. La Jonquera i Llers

si como decía el poeta vladimir holan, la poesía es lo que queda cuando desaparecen las palabras, el caballo huido es lo que queda cuando desaparecen los árboles. triste planeta incendiado. se están yendo todos los árboles tras todos los caballos, o era al revés?


Un caballo de hielo duerme bajo la niebla
J. E. Cirlot


Todo son escombros, tierra revuelta, árboles desnudos,
niebla, pero florece el almendro.
En la niebla interior: aridez, espinas, abandono...
Y ese caballo de hielo que duerme.

Clara Janés, de Variables ocultas, Vaso Roto, 2010

viernes, 6 de julio de 2012

las gacelas y casidas de lorca

Ainadamar. (Kelly O'Connor)

ayer estuve en los ensayos de la ópera ainadamar y he de decir -porque se me escapa- que tener la oportunidad tras ver una ópera sin corte alguno, de asistir a un ensayo posterior donde directoras manos corrigen las elencas voces en ese camino hacia la perfección absoluta, de recorrer pasillos interiores tan reales a mis ojos y de oler la música y masticarla en cada baldosa y rodapie, a mí me hace rodar... sentarme en una fila primera después, bien acompañada, y asomarme como una niña-música se asoma a la música por una ventana antes muro, asomarme y abocarme sin vértigo alguno hacia el alféizar de ese foso de músicos e instrumentos maravillosos, y estar a tan solo metros de solistas voces, hasta el punto incluso de escrutar la soberbia y la humildad en las gargantas, a mí me emociona. una oportunidad así para alguien que ama la música por encima de todas las cosas es lo más cercano a un instante feliz... así que gracias silenciosas.

Osvaldo Golijov
ainadamar o fuente de las lágrimas

ainadamar es una ópera del compositor argentino y plenísmo de juventud y hondura, oswaldo golijov. la obra está dirigida por el igualmente joven alejo pérez, dirección escénica del hermosamente excéntrico peter sellars, y cómo no, la flecha alta de andrés máspero, director del coro que sabe dónde y cómo dirigirse, como toda buena flecha.

la buena noticia es que tras ese poso que barrió ayer mi estómago hoy volveré a verlos. coro, solistas, orquesta, todo lo que ayer retumbó en esta habitación mía que es mi cuerpo y donde alguna vez  ocurre algo, retumbará hoy en mí de nuevo. retumbará el latido de aquel lorca siemprevivo y homenajeado en este hermosísimo e intenso espectáculo y llevados de la maestras manos de los mencionados. de las manos de margarita xirgu en voz y cuerpo y alma de nuria espert y de la juventud de jessica rivera... xirgu, aquella actriz amiga que falleció en montevideo en 1969 tras llevar la voz y el alma de lorca a américa latina. retumbará de nuevo en mis oídos cada uno de los solistas, de sus filas una dos y tres de voces pupilas de mujeres, de aquel hermoso lorca-mujer cuya voz (maravillosa voz mezzosoprana de kelly o'connor) me rompía en pedazos. y todo esto retumbará en madrid desde el lunes 8 hasta el 22 de julio.

Nuria Espert y Kelly O'Connor en ensayos
leí en el cultural que a golijov (la plata, 1960) le obsesionaba el mar y que según él, si no fuera compositor se dedicaría a explorar los fondos marinos o a perseguir ballenas con un barco. cualquier contacto con el agua y hay tanta agua en esa fuente de lágrimas (ainadamar en árabe) que fue cautivado por el dramatismo de aquel poeta solitario, nuestro lorca, nuestra libertad completa, nuestro lorca que se hace sangre en vena. el pulso del amor en vida.

la propuesta no deja hueco vacío en el cuerpo. todo está repleto de belleza. la belleza de lorca, las baladas, las interrumpidas baladas y tercetos donde quieres llorarlo y sudarlo todo, por la interpretación en voz y movimiento de la ya consagrada nuria espert (aconsejo desde aquí el documental una mujer de teatro dirigida por arantxa aguirre), una espert que recita en movimiento textos elegidos en su mayoría de un conjunto de gacelas y casidas lorquianas… una obra riquísima como resultado. y la música, la música de golijov (compositor completamente desconocido para mí oído pero recién nacido y nunca ya más muerto) me fascinó.

Ensayos Ainadamar. Foto T.R.
La partitura, articulada en "tres imágenes" y con estructura cronológica invertida, evoca tres momentos de la vida de la protagonista, con sus recuerdos y sus vivencias junto al poeta. No está muy claro si se trata de una ópera o de una especie de oratorio profano, pero Golijov deja en su musa su impronta judía con toda su melancolía y lamentaciones. Músicas cubanas, ritmos modernos, folklore popular, pero todo ello en estado puro, es decir sin apenas reelaboración por lo que la partitura resulta cuando menos bastante simple y sin una revisión en profundidad. Tanto orquesta como cantantes están amplificados con 80 micrófonos; se incluyen guitarra y percusión flamante, efectos sonoros grabados –como el intermedio de balas- y tratamiento electrónico en directo y sampler. [fuente de europa press]

aquí suelto una gacela al viento (de diván del tamarit).


gacela del amor desesperado


La noche no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.

Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.



*de repente me doy cuenta (y ha sido automática mi elección) de la equivalencia que hay entre la imagen de cabecera de este blog y la imagen primera de lorca. apertura de brazos en ambas.

miércoles, 4 de julio de 2012

animales sagrados

No es que escribas siempre lo mismo,
escribes en el mismo lugar otra capa,
más honda, de ese lugar.
Igual que las telas metálicas
de ciertas instalaciones dejan ver otra realidad
–remembranza, puse en el catálogo-
que trabaja por estratos como la memoria,
y entrevé lo de abajo,
lo más cruel.

Noni Benegas (Igitur, 2012)

lunes, 2 de julio de 2012

el fin perverso de todas las cosas

John McColgan. Alaska
no cesaré hasta que todo no haya exhalado su último aliento (acto I de la ópera el gran macabro, de ligeti)

miro esta foto. es alaska pero bien podría ser valencia hoy. arden sus bosques y con sus bosques venados y con estos, corazones enteros de ciervos, caballos, ardillas, hormigas -todos espejismos trágicos en ese marco ardido- y con ellos casas-nido y latidos. miro esta foto y en mi cabeza siento la equivalencia con aquel cuadro de brueghel el triunfo de la muerte. 

   
El triunfo de la muerte. Peter Brueghel
miro el cuadro de brueghel y es bello porque no es. es cierto que puede llegar a ser pero no es. en él la muerte está representada por los esqueletos. miro el otro cuadro el equivalente en vida -porque es siniestramente pictórico y es real- y me espeluzna que la muerte se reprensente en dos ciervos sorprendidos en esa hoguera. ese cielo que llueve mercurio y que quema la piel primera de todo ser vivo, ese fin perverso de todas las cosas, frase explícita de kant que explicitaba la atmósfera en la que estamos desembocando. un fin de mundo por capítulos. en ninguna de estas dos escenas nadie puede escapar a la acción de la muerte, todos son arrastrados. su tratamiento, los colores, los claroscuros de la muerte.

[le grand macabre: nekrotzar] segados seréis por la altísima voluntad del que ya perdió la paciencia. soy ejecutor de quien ya no se ablandará. fui el ángel del bien expulsado del seno de las ciudades y que se marchó a llorar a un sepulcro. después de descansar en secular sueño, desperté como el ángel del mal, mi ropaje de bondad se había transformado en una túnica de odio. ahora, el aliento de los corrompidos subió hasta el cielo y asfixió a dios bajo su baldaquino. y dios, con puño derecho, lanzó una antorcha de venganza. la oigo crepitar. ¡que caiga la noche, la última, la que será la de mi entrada triunfal en la dura ciudad! ¡un caballo, que me den un caballo!

*otro extracto de la ópera le grand macabre (Ligeti)

domingo, 1 de julio de 2012

[h]elarte

El arte de perder no es un arte difícil;
tantas cosas parecen colmadas de un propósito
de pérdida que cuando se pierden no es muy trágico.

Pierdan a diario algo. Acepten la molestia
de extraviar el llavero, la pérdida de tiempo.
El arte de perder no es un arte difícil.

Practiquen perder, luego, más cosas y más rápido:
lugares, nombres, dónde era que estaban yendo.
Ninguna de estas cosas es demasiado trágica.

Perdí el reloj materno. Y miren, se me ha ido
la última, o penúltima, casa que tanto amaba.
El arte de perder no es un arte difícil.

Dos hermosas ciudades, perdí. Y algunos reinos
que poseía, dos ríos y un continente.
Y aunque, sí, los extraño, no fue una cosa trágica.

Incluso tras perderte (la voz mordaz, un gesto
que amo) no habré dicho una mentira. Es obvio
que el arte de perder no es cosa muy difícil
aunque parezca a veces (¡anoten!) algo trágico.

Elizabeth Bishop

el arte de perder [E. Bishop]