lunes, 22 de febrero de 2010

höchster mache deine güte



me encanta este aria de bach

Highest, make thy gracious goodness
Henceforth ev'ry morning new.
Thus before thy father's love
Should as well the grateful spirit
Through a righteous life show plainly
That we are thy children truly.

Omnipotente, derrama tus favores
sobre nosotros cada día.
Que tu paternal afecto
sirva de guía a nuestras almas
en el camino recto,
y merezcamos llamarnos hijos tuyos.

sábado, 20 de febrero de 2010

cosmogonía y crónica de croniria

cosmogonía-crónica-croniria
cacofónico título que contraría definiciones, pues la cercanía de esas sílabas a mí me suena a música celestial. Ayer escuchamos Croniria dosificada. Era en el Centro de Arte Moderno. S. y yo llegamos un poco tarde. Cerca de las 21 h nos adentramos en el Centro para ver a Raquel Lanseros, ¿otra mujer L? Mi curiosidad por escuchar de su boca poemas como Tradición oral me impulsó a acercarme hasta allí y arrastrar a S, casi recién llegada del trabajo. De camino el frío iba despedazando nuestros músculos y cuando llegamos la lectura ya había comenzado. Bajamos con el silencio justo que consentía el crujir de la escalera, y allí nos quedamos, crujidas, con respiraciones crepitantes, expectantes, detrás del mundo, detrás de las espaldas de los vivientes, en ese punto final desde donde a veces todo se percibe mejor. El extremo. Extraordinaria ubicación sin duda para descubrir dónde comenzaba ese otro personal mundo de Lanseros, su segunda Cosmogonía. Desde mi frontera, ese territorio al sur -el límite-, la sala llena me recordó la geometría perfecta que hay en una cruz, el inicio, el final y a lo ancho otras tantas vidas cruzadas. La puerta por la que entras, la puerta por la que sales, y entre medias la vida, mismamente. Líneas que se cruzan en un ángulo recto, el centro de todo, la respuesta a toda plegaria.

Llegamos tarde pero llegamos a tiempo. Llegamos a tiempo para escuchar entre muchos otros poemas, el rey de Croniria. Raquel explicó con palabras de este mundo que la muerte a veces separa amantes de amados, pero con esa misma certeza puntualizó que incluso había veces que podía llegar a unirlos. Nos habló de su adoración por Machado y leyó un poema casi casi de boca machada. Por lo que escuché, parece un poemario lleno de ella, de ella y sus sombras, aquellas que tan bien acompañan. El mundo de los sueños escrutado desde las ventanas del tiempo. Desde los ojos ventana al cuerpo...
Al final del acto todos los cuerpos nos descolgamos de nuestro mundo para llegar hacia ella, como el neonato se descuelga de esa otra soga que tanta humedad coje en cuanto cae al mundo. Otra línea recta que se acortaba poco a poco. La saludé con prisa tras una larga espera. Finalmente nos prometimos intercambiar lenguajes poéticos. El tiempo -Cronos- corría en nuestra contra (S. madrugó hoy a las 5 de la mañana) y los sueños de mi Oniria particular se avalanzaban sobre mí.

Accesible esta mujer L, amable y apasionada, amante de la libertad en su sentido más estricto, creyente de sueños, creadora y fértil como Oniria antigua, deslumbró a los allí presentes con abrazos y versos y sueños y alas.

También llegamos a esta paradoja

Mis amigos hacen arder sahumerios
releen libros de mantras
decoran sus paredes con letras orientales.
La mayoría ortodoxa
tiene clase de yoga tres veces por semana.

La última Navidad
abogué por frenar
la cota de consumo irresponsable.
Soy un pobre aprendiz de budista.
Fabriqué mis regalos artesanalmente
reciclando residuos imaginativos.
¡Qué triste desengaño! Esta iniciativa
distó mucho de hallar el éxito esperado.
Se siguieron prendiendo
veinte velas a dios y dieciocho al diablo.
No conseguí sino un escaldamiento.

Desde entonces
los mismos que predican una existencia zen
me acusan de tacaño.

R. L.

Ella: La inspiración es como una meiga

sábado, 13 de febrero de 2010

a casa julio y la mujer L

Ayer fuimos a Casa Julio. A S. se lo habían recomendado como uno de los mejores lugares donde ponen los huevos rotos, y como buenas fanáticas de los huevos rotos, allá que fuimos. El nuevo horario de S. nos permite salir algo más, es cierto que no somos mucho de salir pero yo disfruto y aprovecho con gusto esta etapa. Casa Julio tiene la solera que todos buscamos en una ciudad como Madrid. Esa vejez y esa autenticidad que todos buscamos en un lugar como Madrid a veces tan impersonal y aparentemente moderno. Decorado no por ello con mucho gusto, las paredes están vestidas de fotografías de famosos que se han dejado atrapar por las croquetas y esos famosos huevos rotos que aún hoy hace con soltura maite Gil, una mujer de 68 años que ha convertido Casa Julio en un lugar especial.

El mítico grupo de rock U2 fue fotografiado al completo en el interior de Casa Julio. Allí, donde S. y yo descánsabamos y observábamos. Santiago Segura, Eva H, José Saramago, etc. No soy muy despistada con lo que me gusta, mucho con el resto, -de hecho esta misma semana me han robado la cartera-, pero esta vez fue S. quien, conociendo mi adoración por la mujer L. la Liddell, gritó: Mira, Angélica... Hasta ese momento y tras observar fotos de actores, músicos y demás, mi corazón seguía en su sitio, impertérrito, sentado junto a mi, junto a mi lado izquierdo, esperando quizá ser sólo sorprendido por el sabor auténtico de unos huevos rotos que no tardaría en comer. Pero en cuanto escuché a S., que siempre nos sorprende el estómago, el latido se aceleró. Giré la cabeza y justo ahí, detrás de mí, una instantánea preciosa de Angélica Liddell, mansa como los animales, límpida, pero con un torrente de ideas salvajes en la cabeza, mitad blanca, mitad negra, sujetada o sujetando el dintel de la misma puerta por la que S. y yo nos adentramos. Tomamos una cerveza y un vino y nos aventuramos a llenar nuestros estómagos con las croquetas y los huevos rotos. En fin, todo un disfrute para los ojos y también para el estómago, por supuesto. Además las dos chicas que estaban allí eran muy amables
*en la foto Maite Gil y su hijo Luis y sus croquetas (sacada de El País)

para volver, sobre todo si hace mucho que no ves a la mujer L, sobre todo si te gustan los huevos rotos, las croquetas y un largo etcétera

Casa Julio
C/Madera 37
Metro: Tribunal (aquí llevaría yo a los que me robaron ¡canallas!)


en fin, y un recordatorio para los pro-liddell

jueves, 4 de febrero de 2010

el pez místico en radio círculo

En Radio Círculo, ayer de 16 a 17 h, en el programa Definición de Savia(100.4), un pez carpa se escapó de su hábitat generando este poema para los oyentes de agua dulce, curiosamente uno de mis inmortales.
Escuchar aquí

no es que me importe
que los peces orinen en las sumergidas rocas
que el cuchillo alzado contra estas bestias
no cortara su pescado de arriba abajo
no es que me importe tampoco
su desmembrado cuerpo esparcido en trozos
por el suelo roto de mi cocina
no, no es algo que me importe
no es que me importe el desagüe
del paisaje perfecto del fregadero
emergiendo toda sangre retenida en sus paredes
no es que me importe que caiga la cuchilla
sobre esta ciudad menospreciada
ya que nada hubieran podido cortar allí
sobre esta llaga de eternidad
no, no es algo que me importe

mil gracias a los responsables de esa savia, que como tejidos de conducción de mi particular posidonia oceánica se expande por la superficie

martes, 2 de febrero de 2010

trapecios de palabras

aquella región accidentada de mis dedos sigue un poco dormida. se recupera, sí, pero como el que despierta de anestesias y analgesias, de desambigüaciones, lentamente, miembro a miembro, dedo a dedo, nervio a nervio. se alarga su larga siesta, pienso. me cuesta escribir a veces lo pensado pero tengo en la cabeza mil trapecios llenos de palabras columpiadas sujetadas por los ejes de las sienes.
las teclas que caen en el pulgar y su adosado izquierdo se columpian ante mi recto esfuerzo y parece que torean el ímpetu de mis ideas, pero yo golpeo con las coronillas de mis dedos esas teclas agudas a las que no llego, obsesivamente. a veces me siento como el tenor que no alcanza la tesitura del tiple. el día que despierten de este capricho de siesta se van a desbocar en la carrera. destrozaré las aes, las zetas, las eses... destrozaré mi lado izquierdo. destrozaré las equis para escribir sexo. será una ópera en toda regla, la orgía de unos dedos...

recupero estas otras palabras porque hoy es lo que siento y me da pereza escribirlo

lunes, 1 de febrero de 2010

el pez en calle 20












esta vez el pez se echa a las calles, más concretamente a la Calle 20 de este Madrid que tanta cultura cultiva, más concretamente en la acera 73, quise decir página 73.

gracias e* por permitir otro coleteo de este pez en esta acera de Calle 20