miércoles, 19 de marzo de 2008

El vuelo del delantal

ELLA perdía cada mañana el sur de su vestido. Su delantal. Y así iba rompiéndose la luz a su paso, mientras en ese gesto imaginado y estudiado, el luminoso vuelo del delantal iba desplegando al aire su aroma a todo lo dulce; un delantal que se adhería hacia los cimientos de tu cintura, prehistórico eje.
Elaboraba con sus diestras manos pasteles atrevidos, pasteles de extrañas formas y sabores que idearía para conquistar el lado más dulce del mundo. Trabajaba esas harinas, esas texturas dúctiles sobre un despejado banco de trabajo, mientras uno no pararía de escribir. Y nos contaba cómo sus ojos escrutaban todo lo que hay de dulce en sus manos,... que nos piensa a todos, mientras mete en un horno las enormes planchas de hojaldre que recortará más tarde y de donde nacerán sus milhojas; o cómo son sus pasteles cuadrados de chocolate; o los bizcochos que irá dibujando para bañar después con el mismo cuidado con el que se baña a un niño; o sus arcos recién descubiertos de chocolate y macadamia donde el chocolate late y la macadamia gira ahí arriba, en el cielo de todos los paladares del mundo, endulzando el lado más amargo de la vida; o en sus palitos catalanes de crema, que parece que sostienen al mundo; o en los volovanes de hojaldre donde sólo en la palabra parece que se columpian los deseos de todos, volovanes que rellenaría de salmón al vino y eneldo y trigueros y un poco de viento y alguna que otra hierba... Es tan admirable cuando dice que tiene que superarse a sí misma en la creación de esos cabalísticos pasteles para sorprender nuestras miradas y luego nuestros paladares. Y qué decir de sus delantales. Sus delantales son intensamente blancos pero yo creo que caducan en su cintura eterna al instante y así, a medida que transcurre su corto día, ese paño blanco que tanto adora a sus caderas a través de un largo cordel, se va llenando de nuevos mapas cambiando su geografía sin lógicas a las que agarrarse. Como dice ella: a mí me pagan por ensuciarme, es el sueño de un niño... Le gusta tanto su trabajo y a mí me parece tan nuevo...

Así es como he descubierto la vida que hay en el eneldo de las ensaladas, en la hierbabuena, en la sal espesa que cambia el futuro de algún sencillo alimento. En la harina que polvorea su aire mientras sus manos la agitan para apartarla, en la vida al fin.

HAZME un sitio a tu lado
Antes de que comience el pan
A transformarse en vacua levadura
Antes de que el olvido desmigue mi memoria

*a SAM
*la foto la hice yo, y es en una demostración de pastelería de 2007

9 comentarios:

dioni blasco dijo...

no molestare mucho que es tarde y seguro que estais durmiendo.
un abrazo a todos,
shhhhhhhh

Gracia Iglesias dijo...

He aquí otro pájaro: un pájaro blanco en forma de delantal, atado a su cintura y a la tuya porque los pájaros son caprichosos y se enredan en las alas del pensamiento o la memoria o, lo que es peor, se quedan prendidos del corazón y no se marchan nunca.

tournesols dijo...

Cuánto azúcar :)

Concha dijo...
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Concha dijo...

¿Le entrevistaron una vez en La estación azul de Radio 3?

Un placer toparme con su blog :)
Besos de colores.

nuria ruiz de viñaspre dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
nuria ruiz de viñaspre dijo...

Dioni
Visitaré tus mundos, todos

Gracia
He aquí otro, de vuelta

Petunia
Hola petunia, no, nunca me entrevistaron en la estación azul, pero si sirve para arrojarte más luz, una amiga mía periodista trabajó allí y el director de ese programa de radio, Ignacio Elguero fue el encargado de la presentación de uno de mis primeros libros. Qué tiempos hermosos…
Un placer toparme con tus petunias, también

Yami dijo...

No valeeeeeeee, yo tambien quiero que me escriban cosas tan bonitas y con tanto amor!
No tengo mas que reiterar que admiro,"las" admiro, tanto amor y tanta perfección.
Debo confesar que me da un poquito de envidia, pero con cariño! ajajaj
Besos
Hermoso!

nuria ruiz de viñaspre dijo...

es bonita la foto eh, yami??