Recupero estos 7 preferidos del libro Ahora que el amor se instala, Celya, Salamanca, 2004.
I
AHORA que el amor se me instala
Puedo dormir en paz y mirarte a los ojos
Aunque me diluya y tiemble mi cuerpo bajo tu mano
Como un perro aterido y hambriento
Ahora que el amor se me instala
Quiero articular palabras
Aunque me derrita si estoy en tus bocas
Deshaciéndome en miles de pieles
Ahora que el amor se me instala
Me disperso como el polvo en el viento
Se disipan mis neuronas
Ahora que el amor se me instala
No quiero volver a hilar
Ni un solo pensamiento cuerdo
Me pregunto quién te ha dado esa fuerza de pájaro
Ahora que el amor se me instala
II
¿SABÉIS lo que es la pena?
Es un bicho asqueroso que trepa por tu cuerpo
Nace en los pies y sube sin tregua ni descanso
Hasta la parte más alta de tu garganta
Allí, anida por más tiempo impidiendo respirar
Sólo cuando se desliza en un despiste a tus ojos
Y la tapa de tus sesos está abierta
La pena sale y muere en atmósferas nuevas
III
DENTRO
En los jardines arañados por la lluvia
–Mujer que tiritas la edad de tu ternura–
Me lanzaré al abismo de tu escote
Para estrellar allí mi garganta encendida
Que la lluvia ha llegado
Ya nos lo dijeron las flores secas
Ahora es tiempo de ternuras
IV
LA desconfianza en uno mismo
Es un perro muerto incrustado en tu pecho
Un animal mojado por aguas negras
Que va lamiendo lentamente tus despistados huesos
Mientras deja su saliva en las ramas de tus tendones
A veces escucho en la noche voces en mis huesos
Y en sus huesos caninos
Aullidos
V
VAMOS a embarcar
En aquella nube blanca
La barca está esperando
Iremos a ese otro mar más azul
Aún más azul que todo el azul del Mundo
Allí donde nuestras palabras
Suban más libres aún que las olas
Allí donde los leves cuerpos nuestros
Nunca anden sin el alma
Allí
Donde nunca se grita Tierra
VI
EN la longitud del cuello de mi útero
Se esconde el verso más sucio
El verso de la sin razón y el vicio
El vicio de atragantarme
Con tu semen de adolescente
VII
YO te di trozos de huesos de palomas grises
Estúpidos cuerpos sin vida quemados por el viento
Yo sólo quería dormir
Como duerme el pájaro degollado por el cosmos
Y estrangulado por el tiempo
Mis alas grises fueron entonces
Dos impuros pétalos podridos
Yo sólo quería saber las miles de veces
Que vences o gimes o lloras o ríes...
¡Oh, lluvia inaudita!
Habría que salvar al viento
Antes de que se suiciden los días
*La foto es de Félix Fradejas y fue finalmente la cubierta del libro
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