El otro día en la librería La Clandestina, estuvimos echando una mirada a nuestros queridos verticales, aquellos que nos vigilan sobre la altura de un estante esperando ser re-cogidos. S. llamó mi atención y mi atención llamó de golpe a las puertas de mis sentidos. Eduardo Galeano.
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
2 comentarios:
atravesada en vertical, para más inri.
te sigo, n., claro que te sigo.
grandes Galeano y tú, compa.
(Estos lazos no ahogan
este ahogo es un lazo)
De mis mejores relecturas
Eduardo Galeano y sus venas abiertas
y sus espejos inacallables.
Un abrazo
Víktor
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