jueves, 19 de junio de 2008

De Madrid a Buenos Aires

Estos son Y. y G. Hace tan sólo dos años llenos de días y de noches que conocemos a Y. Hace algo menos que conocemos a G. Pero esa despedida anunciada que ayer se materializaba era de alguien a quien conoces de toda la vida. Debió de ser la magia del mate. Beber de una misma bombilla une mucho. Hoy nos hemos levantado de agua. De agua con sabor a hierro. A hierro forjado. Amargas como el mate. Hoy nos hemos levantado como siempre, pero quizá con la sensación de una soledad más maciza en esta urbe. Hoy nos hemos descolgado de la cama con una especie de orfandad pero también con más brazos, con más piernas. A las 14.30 h S. venía a buscarme al trabajo, íbamos hacia casa de Y. y G. para despojarles de un último peso que querían dejar en nuestras manos, una televisión, una estantería con la que poder holgar aquellos libros nuestros que mal descansaban horizontales sobre otros verticales, y que hacían del estante una casa superpoblada, un rodillo de amasar prometido de Y. a S. un trozo de mármol donde jugar atemperando chocolate, un plato precioso de cerámica hecho por Y. con todo cariño y cuatro cosas más que llevamos a casa para volver un poco más tarde. En cuanto Y. le dio a S. el plato de cerámica, ésta se volvió a desarmar echa lágrimas Volvimos a las 17 h. Me pareció gracioso. S. y yo a punto de hacer una mudanza y a la vez llenando aún más, si cabe, nuestra pequeña casa. Después de cargar un par de coches, ambos rojos, nos encaminamos en corto viaje hasta Barajas. Unos minutos antes me dispuse a hablar con el matrimonio dueño de su casa aquí en Madrid, vecinos nuestros, para proponer que nos adoptaran en ese mes de desalojo. G. ya había hablado con ellos así que su disposición a ayudarnos en honor a esa amistad fue casi total. Sólo falta concretar fechas y cuestiones más burocráticas. Ya veis, la solución a nuestros problemas llegó del sacrificio de ver marchar a estos amigos echando la vista atrás.

El avión salía a las 22.05 pero llegamos al aeropuerto a las 17 h. Después de esperar un poco para facturar 180 kg que tuvimos que replantear pues se pasaban con creces de lo obligatorio, nos alivió desprendernos del peso. En cuanto vi las siete maletas que llevaban un pasado de cuatro años en España, y que si lo pensáis es hasta poco, pensé en la teoría del desapego del tan leído hindú Krhisnamurti, que defendía que debemos marchar por la vida sin peso, sin apego a nada. Una vez livianos paseamos por Barajas sin alejarnos demasiado y descansamos en torno a unos refrescos y rodeados de buena conversación. A las 20.30 h llegaba F. otro amigo argentino con el que hemos compartido alguna cena especial, todo un vividor que vive al día y que cualquier despedida la ve como un adiós temporal. La despedida en sí no fue tan dura como la planteábamos en nuestras cabezas. El haber convivido con ellos durante casi 5 horas en el aeropuerto amortiguó nuestra pena. Cuando nos abrazamos con eternos brazos, Y. juntó la mano de S. a la mía y dijo: Que esto no lo separe nadie.

En cuanto llegamos a casa quisimos curar el mate que Y. y G. nos regalaron. Ahora descansa esa hierba en un poco de agua tibia para curar esa mágica calabaza. Será un verano lleno de mates con olores que nos traerán de golpe un recuerdo. Unas risas. Un acento.

A estas horas aún estarán allí arriba, en un inmenso pájaro surcando otros cielos. Un pacífico que espero pacifique sus ansias. Llegarán a las 10 h aunque en Buenos Aires sean casi las 5 h de la madrugada. Se fueron de un verano que justo hoy empieza con un calor esperado y van hacia un invierno frío y húmedo de aquellas tierras. S. y yo les deseamos lo mejor que les esté esperando allí.
De camino al trabajo, el autobús pasa delante de lo que fue su casa, será inevitable echar la mirada hacia allí cuando pase. Y pensé que la vida, gracias a Dios, sigue su curso y veo las mismas caras en el autobús, sentadas siempre en los mismos asientos, como si fueran dibujos perpetuos. Esta mañana parecía que todo seguía igual pero cuando miré al cielo inundado de sol pensé en que quizá ese pájaro estaría en ese momento atravesando esa bola de fuego. Pienso también que no es conveniente escuchar a la Callas después del día de ayer.

10 comentarios:

Gracia Iglesias dijo...

"...las mismas caras en el autobús, sentadas siempre en los mismos asientos, como si fueran dibujos perpetuos..." qué hermosa manera de expresar el implacable avance de la vida en nuestras costumbre cotidianas. A veces es apabullante sentir que todo el mundo transcurre ajeno a nuestras turbulencias interiores. Mientras lloramos una despedida alguien sigue yendo al trabajo como todos los días, sin sobresaltos, en el mismo asiento y con el mismo periódico bajo el brazo..., pero para otro también ese día puede ser especial por lo contrario: puede estar alumbrando un hijo o enlazando su vida con la de la persona a la que ama. Te parecerá extraño, pero siempre que me sucede algo importante (incluso el mismísimo día de mi boda), pienso en esos para quienes la fecha que mi calendario jamás olvidará está pasando completamente inadvertida. Del mismo modo algunas mañanas, cuando voy de camino al trabajo, o salgo de una anodina reunión, miro al cielo e imagino a todos esos para quienes este será un día especial; quizá incluso el día de su propia muerte. Ya lo decía Silvio: “Cuando Pedro salió a su ventana, no sabía, mi amor, no sabía, que la luz de esa clara mañana era luz de su último día...” Me encanta esa canción ¿la conoces? si no es así te la tendré que pasar.
Un beso y ¡ánimo! el mundo es más pequeño gracias a las comunicaciones y seguro que Y. y G. no os olvidan tan fácilmente.

Anónimo dijo...

Hola N., me pasaba por tus pensamientos, una mañana más y he decidido saludar para animarte porque sé que despedir a alguien es muy duro pero teneis que pensar que no es una despedida definitiva, es un cambio, seguro que a mejor, de un ser querido, es... como cuando alguien fallece y se va al cielo, es durísimo para los que se quedan pero debemos pensar lo bien que estará el que se ha ido. En vuestro caso es mejor porque podreis seguir hablando por tlf, por internet... en fin que segirán formando una parte de vuestra vida, no del mismo modo, es cierto, pero es que la vida va avanzando y con ella los que nos rodean e incluso nosotros mismos.
Un abrazo y mucho ánimo a las dos.

Rafa dijo...

¡Que bueno un mate bien cebadito!, me trae recuerdos muy juveniles, al rededor de una mesa, intercambiando ideas y proyectando futuros, con amigos cordobeses (Argentina).
Pero no quita el recuerdo el tirón tan enorme cuando llega la separación. Lo bueno de ello es que tengo solamente recuerdos buenos, sin llagas ni heridas en el alma.
La esperanza no se pierde nunca, y debeis sacar de esta despedida, un deso y un compromiso, el de ir a visitar, cuando más pronto mejor, a vuestros amigos. Es un reto, pero al convertirlo en esperanza sublima la despedida. Y siempre estará es "bombilla" para cebar de buen mate, que os animará a cumplir el deseo.
No queremos suplir a quien no se puede suplir, pero mi amistad os pasa mi brazo por vuestros hombros, y la fidelidad de G. y mía para aliviar lo que se pueda.
Un abrzo.
Rafa

nuria ruiz de viñaspre dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
nuria ruiz de viñaspre dijo...

Me adelanto antes que nada en responder en un único comentario a este rastro de iglesias (yo me entiendo) que antecede a estas letras.

Gracia
Me encanta Silvio y sus causas y azares. Gracias por el recuerdo.

Cuando Pedro salió a su ventana
no sabía —mi amor, no sabía—
que la luz de esa clara mañana
era luz de su último día.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.

Cuando Juan regresaba a su lecho
no sabía —oh alma querida—
que en la noche lluviosa y sin techo
lo esperaba el amor de su vida.

Cuando acabe este verso que canto
yo no sé —yo no sé, madre mía—
si me espera la paz o el espanto,
si el ahora o si el todavía.

Isa
Qué sorpresa, unos primeros pensamientos que provienen de genes de un mismo árbol... Jugué sucio e insté a R. para que te dejaras caer por aquí en palabras, así que no imaginas cómo me alegra tu paseo sin que él haya intervenido. Gracias por dejar tu huella. Y sí, tienes razón, mientras la vida camina con terco rumbo, nos maduran nuestros pies y nuestros pensamientos, por lo que se hacen necesarias decisiones como éstas. Sé que sólo será una separación física y en lo físico me quedo muy poco tiempo. Para S. será más duro, leerá en alto tus palabras.

Rafa
Qué bueno el mate, su sabor amargo, su textura, la bombilla ardiendo en unas bocas que se queman en este inicio. Será inevitable pensarles cuando el olor a esta hierba inunde la casa. Gracias de nuevo por tus enormes palabras y también a la enorme G. Nuestros hombros se fortalecen.

Anónimo dijo...

hola nuria
bellas palabras para una despedida.que poder decir que os recomponga ese corazoncito algo maltrecho por la partida de tan bellos amigos. poder deciros que os aferreis una a la otra, que abraces mucho a S, que eso os reconfortara. que aunque el mundo esta muy bien conectado nunca dejeis crecer la mala hierba en el camino hacia los buenos amigos. 1 beso para animaros a las 2, dile a S. que lo mejor que tiene ahora son los recuerdos y los pequeños momentos que le quedaron con Y.

besos, abrazos y cuidaros,mutuamente. esto lo escribe alguien que en su dia tambien le toco despedir a bellos y buenos amigos

Camille Stein dijo...

tomé mate una vez en mi vida, la persona que se iba tomaba un avión a Buenos Aires al día siguiente... nunca más volví a verla

desde entonces el mate es amargo y sabe a sueño truncado, a ausencia, a tiempo muerto

la Callas está vetada en esta estancia :)

un beso

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Qué puedo decir yo? que me queda ese sabor amargo de las despedidas pero sobre todo los buenos recuerdos, los momentos felices y me siento afortunada de haber conocido a mis dos argentinos... ese Pincha!! Aguante los redondos! Os quiero boludos!
Sólo una cosa más, yo no soy muy creyente, pero todos estos comentarios me hacen creer en las Iglesias, o mejor dicho, en los iglesias. Abrid bien los brazos y me hundo en ellos.
a G. R. G. e I.... Gracias, gracias, gracias.. jejeje

Yami dijo...

holaaaaaaaaaa aca estamos!!! gracias!!! sabes q me encanta todo lo que escribis y es un honor para mi q ns dediques estas lineas!!! ME SIENTO PRIVILEGIADA.
muchas graciassssssssssssss
espero que esten bien y que sigan con el mate! llevenlo de viaje, q esa es la gracia!!
otro dia les cuento mas csas!
besos de los dos