Ya estoy en casa y me acerco a este Rascacielos y aún no sé qué decirle. Necesitaba el calor de estas vacaciones pero también descubro que ese mismo calor ha derretido mis manos. Necesito tiempo para volver a disparar palabras, o esperar al invierno, o a la lluvia, o esperar a que se descuelguen desde la parte más alta de mis dedos, donde supongo que se me han congelado. Debo de ser lenta en este inicio de ejercicio. Lo contrario me sería imposible. Poco a poco, dedo a dedo. Y en la otra casa que es mi cuerpo todo bien, con S. como siempre. Sólo me falta volver, como siempre, para volver a disparar palabras, una y otra vez, y revestir de nuevo esta pequeña ventana.
* foto de internet que me parece se ajusta bastante a cómo se sienten mis palabras, al filo del gatillo.
7 comentarios:
pues a la espera quedo de tus disparos... :)
me alegra saber de ti
un beso
Disparar palabras, me gusta ésta expresión, la palabra adecuada en en su momento puede tener un efecto mágico.
un saludo
Volverás enseguida a dar en la diana, recuerda que eres una persona con revólver,ja,ja,ja.
Espero que te lo hayas pasado súper.
Un abrazo.
Ya somos dos, jajajajaja...
Creo que el desorden veraniego es sencillamente arrebatador y hay que dejarse llevar por él, dejarse llevar por la ola que nos mece y confiar en ella, regresaremos a la orilla pero no será cuando nosotros queramos. La ola puede más. Siempre lo hace.
Un beso marítimo.
Bienvenida de nuevo, Nuria. Todo, incluidos los dedos, necesita descansar a veces (y ahora me acuerdo de "Como agua para chocolate").
Soy Bel. Donde estoy no hay amapolas.
Un gran abrazo.
Yo te espero donde sea también...
Cuídate y cuida a S. mucho (para cualquier cosita tournesols_@hotmail.com)
Un beso de arena Nurita!*
es hermoso el desorden...
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