miércoles, 16 de mayo de 2007

Más Rilke... anotaciones del poeta danés Malte Laurids Brigge


"... los versos significan tan poco cuando se los escribe siendo joven. Se debería esperar y reunir el significado y la dulzura de toda una vida, de una larga vida si es posible, y después, por fin, quizá se podrían escribir diez líneas que fueran realmente buenas. Pues los versos no son, como la gente cree, sentimientos (se los tiene demasiado pronto), sino experiencias. Para escribir un sólo verso, es necesario ver muchas ciudades, hombres y cosas; es preciso conocer los animales, hay que sentir cómo vuelan los pájaros y conocer qué movimiento hacen las pequeñas flores cuando se abren por la mañana. Es necesario poder pensar otra vez en los caminos de las regiones desconocidas, en encuentros azarosos y en separaciones largamente presentidas; en aquellos días de la infancia cuyo secreto permanece oculto, en los padres a los que hacíamos daño cuando nos traían una alegría que no comprendíamos; en las enfermedades de la infancia que comienzan tan singularmente, con tan profundas y graves transformaciones; en los días pasados en habitaciones silenciosas y recogidas, y en las mañanas junto al mar; en el mar sobre todo, en los mares, en las noches de viaje que murmuraban allá en lo alto y volaban con todas las estrellas. Es necesario tener recuerdos de muchas noches de amor, nunca una parecida a otra, de gritos de parturientas y de las ligeras y blancas paridas que duermen y se cierran. Pero también es necesario haber estado junto a los moribundos, haber permanecido sentado al lado de los muertos, con la ventana abierta y los ruidos que llegan en oleadas. Y no basta tampoco con tener recuerdos. Hace falta saber olvidarlos cuando nos agobian, y hay que tener gran paciencia para aguardar su retorno. Pues los recuerdos mismos no son todavía eso. Sólo cuando se hacen sangre, mirada y gesto en nosotros; cuando ya no tienen nombre y no se distinguen de nosotros mismos, sólo entonces puede suceder que en el centro de ellos, en una hora extraña, se origine, y desde allí se eleve, la primera palabra de un verso.
Pero todos mis versos nacieron de otro modo, por lo tanto, no son versos"

Con estos inicios de palabras presentábamos hace aproximadamente 8 años mi primer libro, Rilke siempre me ha marcado

2 comentarios:

MW dijo...

Hola, que bien encontrarme a Rilke. ...tan bien de salud como siempre.

y estas muy guapa en la foto, chica.

Añado unos versos de Carver:

Olvida todas las experiencias que impliquen muecas de dolor.
Y cualquier cosa que tenga que ver con la música de cámara.
Museos en tardes lluviosas de domingo, etcétera.
Los viejos maestros. Todo eso.
Olvida a las jóvenes. Trata de olvidarlas.
A las jóvenes. Y a todo eso.

fdo. Goretti...a partir de ahora en tu blog: princesa Marie von Thurn und Taxis

Ana María Espinosa dijo...

Fantástico Rilke, Nuria.
No me estraña que escribas
tan bien con un padrino que es
de lujo.