Jeremías 17:5
“5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
6 Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.”
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y si, por aquel entonces, al volver a casa tras ver su otra casa de la fuerza, me fui directa a una estantería a por temor y temblor de kierkegaard, hoy se han volado mis manos a los diarios secretos de Wittgenstein, filósofo que escribió en clave en las páginas pares (las más incómodas de leer) y en las impares sus pensamientos más públicos en este libro, es decir, en la comodidad de la hoja.
Wittgenstein-solitario estaba dotado de una gran sensibilidad artística y musical –como la mujer L supongo-; fue un ser que prefería vivir en soledad -como la mujer L supongo. la importancia de su filosofía se iniciaba en la teoría sobre la limitación de las mentes cuando aseguró: Nuestras palabras, usadas tal como lo hacemos en la ciencia, son recipientes capaces solamente de contener y transmitir significado y sentido, significado y sentido naturales. La ética, de ser algo, es sobrenatural y nuestras palabras sólo expresan hechos, del mismo modo que una taza de té sólo podrá contener el volumen de agua propio de una taza de té por más que se vierta un litro en ella. el lenguaje para él tenía los mismos límites que el mundo: donde se acaba uno se acaba el otro. esta teoría de la taza del té fue magnífica y didácticamente mostrada ayer sobre el escenario. para él -como para la mujer L supongo- las personas no es que fueran ordinarias, es que eran "tremendamente limitadas!
tiene pan?
sí? cuánto es?
60 céntimos
deme uno
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para Wittgenstein, la filosofía no era un saber sino una actividad, y su finalidad era aclarar proposiciones, circunscribiendo la filosofía a un análisis del propio lenguaje. y en este punto tan "analítico", angélica idea un diccionario de la A-Z en francés para forjar el destino de sus ideas. aquí se venga del mundo que le ha hecho daño a ella misma y al desconocido de al lado. todo un proyecto de alfabetización para el mundo donde, una a una, inicial a inicial, va nombrando su propio mundo, el de ahí afuera, cambiando el escenario de manera adecuada. y así ordena –que no reordena pues nunca estuvo este ordenado el mundo-, lo vuelve a enumerar desde la soledad, el odio y la rabia a la que ha llegado subida y sumida en el vehículo del dolor.
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he sentido un ¿cambio de registro? sí, sí, es cierto que el discurso liddell es eminentemente el discurso liddell, bucle-liddell, círculo ajeno pero certero..., pero me voy a consentir decir -desde mi punto de vista, mi mirada- que he visto a una liddell más madura, incluso menos protagonista a pesar de seguir siendo un animal sobre el escenario, investigando otros lugares, ¿los lugares de los otros? igual de impactante pero con otro ¿lenguaje? un ¿proyecto de alfabetización nuevo quizá en esta schubertiana liddell? ¿un cambio musical que ha ido de bach a schubert?
estéticamente esta mujer me impacta. lo de siempre. y adoro todo aquello que me impacta –sea bueno o menos bueno-, por lo tanto la tautología me lleva a decir que adoro a Liddell. hace que se revuelva la serpiente que duerme en todos nuestros estómagos, y con ella, hamelin del basurero que parecemos ser, se despierta desperdigando su ira por las paredes del intestino. consigue en mí algo inaudito, me sume en la tristeza más honda como al momento me entran unas ganas locas de levantarme y saltar y bailarle al mundo la música que nos propone. su trasfusión de energía es tal que nos sube y nos baja el ánimo en el momento en el que ella así lo precisa.
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desestructuradora musical (esto no es nuevo) y a todo volumen siempre, se consiente magníficos saltos que van de un bucle schubertiano con su sonata 959 -que hubiera repetido ella 959 veces y yo escuchado 959 veces- a un medina azara, o con una maravillosa pourquoi tu vis et où tu vas de jeanette, o aquel mítico píntalo de negro de mick jagger de intrigante letra, donde una garganta nada angelical se desfragmenta...
otra vez otra vez otra vez otra vez, gritaba su voz bucleada a una lola mecánica cuántica, así hasta 959 veces, otra vez, schubert, el hombre bueno debería tocar el piano con la misma naturalidad con la que respiramos el aire.
ahí va esa oh solitude de purcell, tantas veces escuchada y llorada, magnífica que me hizo llorar del mismo modo en el que le lloro a solas
fotos de jc
deus
2 comentarios:
Te tomaste en serio (afortunadamente) lo de contarnos con detalles, y lo bien que te sale... y esa musica, esa musica, lo enmarca de manera sublime. Encantador.
Besos.
Muchas gracias por DECIRME (curiosa la ¿casualidad?).
Desde luego no te has dejado ni una sola coma, has hecho un análisis completo de "Maldito...", gracias otra vez y felicidades.
Yo Llevo tres Días Duales con Jeanette y Mick Jagger, empatía total.
Son las 24:00h y escucho los aplausos del MixPod, espero los mismos que reciba Angélica (& C) en el Matadero.
Para cuándo la próxima :´(
Un abrazo.
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