jueves, 14 de julio de 2011

28010 un proyecto de alfabetización

Intento de descodificación de un código. U (imposible no pensar en una madre extenuada) otro proyecto de alfabetización que me trae a la memoria -porque quiero que me traiga- al proyecto de alfabetización de angélica liddell en su maldito sea el hombre que confía en el hombre. A de estructura.  I de orgullo. E de inicio. La célebre U de las madres extenuadas (esto me pUdo). Y una O que no alcanza a despedirse. Maravilloso diccionario más agudo que la misma Marta Agudo. Mar de Mar-tas malabaristas pobladas de botellas naufragadas. Perseguida por oníricas grafías que la visten. Habitándola. Habitándonos. Jugadora de letras que en extraño sueño ganó al poderoso lenguaje. Cuando se tiene valor, no se lucha más. Por eso echa las cartas sin necesidad de batallas campales, y en ese pulso agudo, lanzarse con uñas lingüísticas a esta tierra muda y alimentar  la nada. Su propia nada *[...frotarme las manos para que desaparezcan las huellas dactilares]. Su no-espacio [...porque todo resbala y va nutriendo el carro de las ausencias]. Su Marta-yo [...hacia el sumidero del yo]. Su Marta-nosotros [el Mundo y el yo, inicio y fin]. Su sociabilidad [fracasa la luz en los balcones...] y su intrínseca individualidad. Autismo. Pero también urbanidad y salvajes naturalezas ¿por qué no? Agudo se lanza para arañar ese otro geográfico territorio que mapea mucho más allá de un simple nombre-objeto. 28010. Cabales números en cabalísticas manos. Y en estas laberínticas las letras son números y los números letras [dadme mis letras para recomenzar / dadme mis paredes y adiestraré siete granos de arena]. Después, disfrutar. Verbo que conlleva en sus letras el sentido de este libro. 28010 podría haber un còdigo postal donde viviera la sujeto. Pero qué más da que sea su código, de ser que fuera? Qué más da cuando este código engloba todo un diccionario de países? Del lenguaje silencioso? Matemática pura es el efecto visual en su cubierta, pues cubre el mundo y sus esquinados vértices en un espacio predefinido. Despacio en el espacio. Horror vacui más allá del límite radiante de esa morada de coordenadas exactas. Por eso. Casa. Casa. Casa. Las afueras, en cambio, palpable agorafobia. Por eso Casa crucigrámica. También Casa-Luz. Remanso. Casa-útero. Casa-libro. Barco vasto para vivir en una orla. Con la sabiduría del encrucijado silencio que no deja señales en el agua. Las afueras y el miedo de afuera. Y sin embargo, es tan inútil intentar huir a otra ciudad. A otro distrito. A otro código que nos decodifique. Que nos con-dense como estos versos condensados.

...y me da miedo el espacio, le dice un crío de seis años a su madre cuando cruza la puerta del colegio. Aquí, en mis calles, la angustia se acentúa: veintiocho cero diez.

cinco números condensados en tres letras

subo estas líneas porque se me antojan el todo del libro. el porqué de su por qué. enhorabuena por esa pictórica casa recientemente escrita.

*pinceladas de 28010


28010 Marta Agudo
Calambur, Madrid, 2011 

1 comentario:

Meme Vergara dijo...

«Me llamo Marta. Me llaman Marta…». Somos sujetos, o nos convertimos en sujetos a partir de que otro nos nombra. Por eso desde el psicoanalisis, diriamos "me llaman Marta, me llamo Marta" antes estamos en el deseo de otros, pensados desde otros, soñados desde otros.
Me quedo con ganas de saber que hay dentro de 28010, de su prosa, pero estoy segura que alguien me hará llegar algo, un fragmento, una baldosa, un puñadito.