lunes, 27 de octubre de 2008

Schopenhauer y mi madre

Ayer pasé gran parte de la tarde leyendo a Schopenhauer. Alrededor de la filosofía. Es una edición muy antigua, de julio de 1969, un mes más tarde del mismo año mi madre me traería al mundo y supongo que empapada con sus ideas jóvenes. El libro es de ella y ya estaba mancillado de subrayados cuando yo hice otro tanto en él muchos años atrás. Así que ahí, en ese libro querido, se entremezclan las ideas de mi madre con las mías propias. Por supuesto en estas que aquí relato no necesité subrayar nada que me llamara la atención porque estaba deacuerdo con el modo de pensar de mi madre. Cuento todo esto porque ayer me sonreía con la boca bien abierta de las anotaciones al margen de mi madre por aquel entonces. Le leía a S. un párrafo y al momento leía la anotación contraria totalmente de mi madre.
Schopenhauer era según dicen, avaro, misógino y solitario, pero era fílósofo y a pesar de que no estoy de acuerdo con él en millones de cosas, hay otras tantas que en las que creo fervientemente como él. Su filosofía era concebida esencialmente como un "pensar hasta el final".
En fin, qué contradicción. Este hombre odiaba a las mujeres y luego defendía ideas como: La compasión hacia los animales está tan estrechamente ligada a la bondad de carácter que se puede afirmar con seguridad que quien es cruel con los animales no puede ser una buena persona. Su aspiración se concretó a crear una filosofía que fue elaborando en su ansia de saber y en los resultados de la experiencia.
Bueno quiero transcribir aquí algunas citas de este libro y las anotaciones de mi madre que son como menos rotundas pero graciosísimas y acertadísimas.

Dice Schopenhauer: Todas las mujeres, con rarísimas escepciones, tienen a la prodigalidad. He aquí por qué, en nuestra opinión, las mujeres nunca son complementamente mayores, sin oque deben estar siempre bajo la tutela de un hombre.

Anotación al margen: Estúpido, soberbio hombre, que no alcanzas a algunas mujeres jajaja

Dice Schopenhauer. Ya Homero nos advierte: Sabes qué alma encierra el seno de una mujer. Ambiciona siempre aumentar los tesoros de un nuevo esposo. Bórrase el recuerdo de sus primeros hijos, del difunto marido. Nunca se informa de aquellos seres que le fueron tan queridos... (Odisea, canto xv, veersos 20-23)

Anotación al margen: Parece que estaban muy adelantados los antiguos. Caramba con Homero.

No pude resistirme la risa y llamé a mi madre. Le conté que estaba leyendo a Schopenhauer junto a unas anotaciones suyas al margen. Nos reímos muchó y de ahí pasamos a Russell, con su debate famoso con el padre Copleston. Salieron otros nombres como Voltaire, Pitágoras, en fin, todos con dos puntos en común, eran filósofos y misóginos. Qué curioso.

Fue gracioso.

En la última página del libro de nuevo la letra amada de mi madre:
Marcuse: No me gusta su teoría. No estoy deacuerdo. Se acerca demasiado a Freud y su flosofía no es fluida, se cierra en una idea y no es dialéctico. Marcuse pierde el concepto estructuralista.
Ser marxista es ser dialéctico y ser fluido.
La dialéctica es una constante superación No admite la estabilización.
No siempre, yo diría que nunca, un intelectual es ejemplo de coherencia. Casi nunca lo es. La inteligencia ya es incoherente de por sí, pero no incongruente. TODO INTELECTUAL SE DICE, SE DESDICE Y SE CONTRADICE. HAY QUE VER


ADORO A MI MADRE. Schopenhauer que odiaba a todas las mujeres por el carácter visionario que su madre tenía de él... (a los 16 años Schopenhauer ya daba señales de lo que su madre impacientemente describía como una tendencia morbosa a “cavilar sobre la miseria de las cosas”) ha conseguido que yo admirara y adorara a la mía, haciendo extensible este pensamiento abierto a todo el género femenino. Otra curiosidad. A veces el que defiende con dureza una idea se encuentra justo con su contrario. Con aquello que es indefendible para él porque no existe.

5 comentarios:

Ana María Espinosa dijo...

Entrañable lo que narras Nuria.
Cuidaros mucho tu madre y tú.
Esos libros son tesoros familiares de incalculable valor.

Rafa dijo...

Curiosamente yo también soy filósofo, pero no soy nada misogino, tengo a la mujer en el origen, en el principio de todo. Creo que en los ejemplos que pones de esos pensadores todos coinciden en que la materia es el principio y el fin que pretenden explicar y explicarse para justificar su profunda ignorancia. Son grandísimos pensadores, todos estudiados muy profundamente por este que te habla, pero ninguno terminó dando una explicación definitiva al Origen. Pienso que en definitiva les repateaba que el indicio más vital que tenían era que la mujer pudiera parir, dandoles una señal de que eran participes vitales en la creación del unicerso.
No admitian otra explicación superior a su propio pensamiento. Es la soberbia del espíritu que no se atreve a pensar que Dios pueda ser mujer.

Arturo Borra dijo...

Pues la figura de la "madre" extrañamente está asociada a la figura de la intelectualidad. Por suerte, aquí ese estereotipo es puesto en cuestión, con unas solas anotaciones en el margen...
Celebro que así sea Nuria.
Un abrazo,
Arturo

Sintagma in Blue dijo...

Mi madre era fan de Manolo Caracol.

Polonium lines dijo...

volví, nena!!