viernes, 24 de octubre de 2008

El arca de Ana

El lunes, cuando llegué a casa del trabajo el portero me paró para darme un sobre grande y perfectamente embalado. En principio no imaginé qué podía ser. No esperaba nada en el correo. Me encanta recibir sobres grandes en el correo. Me entusiasma. Me transforma en una niña que se adelanta a la vida sin saber aún si es buena o no es buena cosa lo que transport. Así que, al momento de abrir la puerta cargada con bolsas del supermercado, la chaqueta también en la mano y el enorme sobre en otro de mis dedos, me vino a la cabeza un nombre. Ana Arcas Espejo. Entré emocionada a casa y dejando todo mi peso sobre el sofá, me puse a abrirlo sin mirar remitentes. Efectivamente. Yacía envuelto como si fuera un tesoro recién descubierto, tratado con cuidadosísimas manos. Desenvolverlo me costó un tiempo. Iba envuelto entre papeles que a su vez eran sujetados por otra firme superficie para que en viaje de venida no se deterioranan sus formas. A pesar de mis ganas de verlo, a pesar de la prisa inesperada que le había entrado a mis manos, pude con mi emoción y lo abrí con mucho cuidado, con todo el tiempo del mundo. Poco a poco fue surgiendo aquel grueso verjurado de entre tanto otro papel, el dibujo renacía en mis manos. Me encantaron sus líneas, sus tonos y todo sobre el fondo de un paisaje grueso que más bien parecían caminos entramados mancillados por una pluma. Estaba sola. S. aún no había llegado así que se lo enseñé a mi precioso pero ya mayor P. No dejaba de decir en alto qué bonito. En cuanto llegó me avalancé a ella y la gúié hasta el punto de la casa donde se encontraba el dibujo. No pudo tocarlo porque ya lo había encerrado entre los límites de un marco, y tocarlo fue todo placer, pero le encantó.
Esta que veis aquí es la ilustración que acompañará la cubierta del libro La geometría del vientre, que saldrá en diciembre de este año o a comienzos del siguiente a más tardar. Yo estaba esperando un vulgar y moderno cd con la imagen a toda resolución. Era lo que necesitaba el editor, pero me sentí tan feliz por el error. Lo enmarqué sin permiso de nadie y lo colgué en casa con libertinas manos para que mis ojos tuvieran ese referente cada vez que pisen esas líneas.

Ana, esta mi manera de pedirte permiso para suspender esta imagen aquí y también mi manera de agradecerte ese bonito trabajo.

* dibujo Ana Arcas Espejo

7 comentarios:

Nicolás Corraliza dijo...

Preciosa ilustración, para un titulo redondo. Saludos

Rafa dijo...

Nada que ver la textura del papel y el trazo vivo con un CD, es algo como si comparas la noche con apagar la luz en un local cerrado, lo uno es vida y lo otro es ceguera. Dale el original a un ciego, y con el tacto y el olor vivirá tanto como tú, si le das un CD notará el frio y el abismo de la evolución de la ciencia.He entendido tu alegría y tus sentimientos. Algún día te enseñaré mis pinturas, las siento como mis criaturas.
Estoy deseando tener en mis manos tu libro.
Un abrazo. Rafa.

Pierrot dijo...

Todas las resurecciones que la numismastica permite a la carne.

Es fascinante que nuestra compulsion por digitalizarlo todo, haga que los dibujos aparezcan tan tangibles como muebles. Ni que decir de esa correspondencia que empaquetada toca el timbre, que parece tan solida como la visita de un cuerpo.

Saludos desde Lima

Seguire pasando por aqui....

Sintagma in Blue dijo...

Precioso dibujo. Ir preparando un libro es como escoger la ropita de un bebé que ha de nacer.

Felicidades

Ana Arcas dijo...

Nuria:

Me has dejado sin palabras. TÚ lo has dicho todo y de que manera...

Lo único que me sale es : GRACIAS

Ana María Espinosa dijo...

Felicidades Nuria:
Un libro precioso, con una portada
y título magníficos, acorde con el contenido, sin lugar a dudas, conociendo tu escritura.
Un fuerte abrazo

monica dijo...

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