domingo, 20 de enero de 2013

el taxus baccata de otxoa

este poetaxus que dio al mundo Julia Otxoa en un año dos mil cuatro (con dibujos de Ricardo Ugarte), bien podría definir la barbarie que nueve años después seguimos pisando en este des-sociabilizado paisaje –sociedad en barbecho que tanto horror siembra–. Otxoa tiene razón, la historia es un ser circular.

[asistiendo a la barbarie cotidiana, el instante tiene la turbulenta inseguridad de lo inestable y amenazador. En mi inexperiencia del horror futuro, me reconforta pensar que también a mis antepasados les tocó vivir un tiempo semejante. En su recuerdo me fortalezco. La Historia como ser circular, el presente como resistencia poética en la repetición] y es curioso cómo ese horror futuro antiguo, que fue el horror de sus/nuestros antepasados, sea ahora el horror presente. me da por pensar que el horror también es circular, incluso los instantes [al ser humano siempre le parece que inaugura la historia, cuando en realidad no hace sino repetirla].

Otxoa testifica en este libro aquella época. su escritura es lealtad a un idioma, pero sobre todo a la propia historia. es como si fuera la esposa fiel de la historia, la que coge el testigo para saltar de una época a otra en la rayuela de lo que está por llegar.

y leo: taxus baccata como símbolo verde intenso y profundo de lentitud lúcida y serena ante el devenir de la historia… lento y sabio te yergues en el tiempo--- esto lo graba Ricardo Ugarte en la primeras páginas del libro… lentitud lúcida y serena ante el devenir de la historia que nos aplasta y nos arrasa con la prisa de un tsunami…. Otxoa exige lentitud, conciencia siempre, consciencia en ese bosque imaginario que es circuito circular. circuito duro, crudo, con la carne al aire, pero con halos de esperanza que nos envuelven nos espesan. poemas-flecha intoxicados de verdades que una vez se hunden por golpe en la no-endurecida diana de los cuerpos, resulta imposible desflecharse.

su tejo en ese sotobosque es un árbol aislado, como aislado es el idioma que quiere serleerse [leer en otro idioma, leer en otro idioma, ser el otro, verme desde fuera] y su madera, fuego lento de morada [mi país, círculo de espantapájaros donde arder]. pero habría de enseñarnos cómo hacer hoguera para sobrevivir a la barbarie. estamos tan equivocados… nunca aprendimos a hacer fuego, nosotros, descuidados ciudadanos abandonados a la crueldad […dinastía de gallos decapitados tiñendo la hierba…], mientras la poeta, como hiciera un Hamlet con su madre, nos suicida nuestra peor parte. 

qué razón tiene Otxoa, qué dura y lenta razón tiene, nuestra tierra huele a formol y tiene fiebres altas, por eso… sus campanarios tocan limpiamente a fuego, los hospitales abren sus puertas, la ciudad entera huele a formol y cloroformo, y hay una luz ardiente en cada mosca posada con ávido rigor en las heridas…

altaotxoa, la súbita, la extranjera, la marg[e]nada, no de marginada, sino de margen, o sí, de acera menospreciada, de minoría para existir existiéndonos [escojo ser en el margen como única posibilidad de existencia], como si fuera ese tejo que se-crece-y-se-des-crece en las orillas, en las márgenes…, la expresiva elevada a la máxima expresión del lenguaje. la lengua carne. la carne deslenguada que enyegua. la siembramadre que mezcla conciencia propia con conciencia social, tiempo propio con tiempo propio de la historia. qué buen testigo de una época, unos años aquellos que definen el estado de sitio en el que nos vivimos hoy. una época que vivió para relatar esperanzada el mundo nuevo [cada día despierto en ti, país, como quien llega a un espejismo, y voceo toponimias para nombrarte...]

el arte es libre…. por eso en los dibujos ugartianos del libro he visto muchos rostros (además de perfiles), dolor en las facciones, sorpresa, serenidad también… ciudades destruidas y reconstruidas. fascinante los mundos del escultor Ricardo Ugarte. resalto el dibujo del poema [escojo ser en el margen como única posibilidad de existencia]. vi un perfil de mujer -que bien podría ser Otxoa- dibujado al filo de la hoja. deportada voluntariamente al margen, extranjera en ese vértice que a veces corta como hoja de cuchilla, tumbada con sereno rostro sobre las rocas quietas. hermosa la disposición las páginas de este libro, verso al norte-dibujo al sur, era como si los dibujos –la gran mano Ugarte– fueran red para amortiguar la caída de sus versos más acróbatas. 

Taxus baccata
Hiperion 2004

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