miércoles, 5 de octubre de 2011

tríptico liddell

mi madre nunca me ha querido. y por eso me convirtió en un monstruo de amor. siempre he deseado más amor del que podía ofrecer. siempre he deseado el amor que no encontré en mi madre. y por eso le pedí a los hombres un amor gigantesco, sin condiciones, sin límites, sin final, como supongo que debe ser el amor de una madre. los monstruos de amor deseamos ser amados sin pausa, sin descansos. los monstruos de amor somos increíblemente ingenuos. creemos en las cimas y en la vida en las cimas. y eso es imposible. en la cima te congelas, te comen los buitres, o te mueres de hambre [...]. en las cimas uno siempre está solo. los alpinistas del amor somos sollitarios que llevamos a cuestas la máxima altitud. he llegado a la conclusión de que toda mi vida he buscado el amor de una madre. yu yo he amado con la bestialidad de una madre, de una novia, de una hermana, de la patria y de los ahogados del sena, todo junto.

*anfaegtelse [pág.11]

en danés peligro, o angustia, es anfaegtelse es peligro o angustia y según la mujer L, cuando amamos entramos en guerra, entramos en anfaegtelse.

“cada uno de nosotros será grande dependiendo de aquel con quien batalló”. los guerreros antiguos luchaban en silencio, con la espada en una mano y secándose las lágrimas con la otra. eso les hacía nobles. lancelot camina, y sólo le vemos la espalda, es la posición más vulnerable, la más propicia para ser vencido” citas como estas de temor y temblor de kierkegaard son de vital importancia en el texto de esta dramaturga.

*ayer recibí en casa este tríptico de angélica liddell publicado por la uña rota. anfaegtelse/te haré invencible con mi derrota/ la casa de la fuerza y salgo a flote para tomar el aire que me faltaba tras bucear por estas aguas...

1 comentario:

Sophia Cork dijo...

Suele pasar que cuando amamos de verdad idealizamos a esa persona. Todos tenemos alguna carencia de mayor o menor magnitud pero que intentamos suplir en los demás, pero nunca tenemos en cuenta que siempre sufre el que más da.
Un saludo