jueves, 1 de abril de 2010

adagios de la mujer L

-la primera vez que uno se para a pensar, pierde la vida
-sabemos muy bien lo que estamos haciendo, y aún así lo hacemos
-los intereses sustituyen al amor, a la inteligencia y a la bondad
-me acusan de exagerar pero no existe el espíritu sin extremos
-el hombre sólo sale de su apatía cuando encuentra a alguien a quien humillar
-no pienses demasiado, no te excedas en las pasiones, si piensas demasiado y te excedes en las pasiones la policía higiénica te cortará la cabeza con la implacable guillotina de su moderación. Escapa de la crueldad de los moderados
-no hay cerro, ni selva, ni desierto, que nos libre del daño que los otros preparan para nosotros.


sentencias que aplastarían a un coloso, máximas filosóficas, aforismos, recopilaciones, leyes capitales, frases centrifugadas, adagios*, fórmulas matemáticas, mandamientos, declaraciones o preceptos, memorables cortes, o como quiera llamarse a estas flechas regladas que con tan buena puntería lanza la mujer L, la Liddell

*adagio (lingüísticamente): frase corta pero memorable que contiene y expresa algún elemento de conocimiento o experiencia importante
adagio (término musical): indicación de un tempo

2 comentarios:

yoSoy dijo...

Hoy he visto a la mujer L, a la Liddell, a mi querida Angélica.
Estaba deseando decirle que los perreros/as la hechamos de menos; pero mi enfermiza timidez (o mi saludable cobardía) no me ha dejado.
¿Habrá otra oportunidad?. Snif.

Como ya escribí otra vez: Cuanto más conozco a las personas, más quiero a Angélica.

yoSoy dijo...

Y también la echamos de menos