Eres mi amor, Paula, mi amor, Paula. Clara quise decir. Y cuánto tiempo Paula, digo Clara,
sin ti y sin mí. Las diligencias parten sin tí y sin mí. O a ti te llevan hacia el norte, hacia el pobre Roberto. a mí, hacia el sur, contigo, hacia el sur, donde ya no estabas, donde nunca estarías. Ahora he tomado el tren para decirte adiós. Y sueño, sueño mío. Cerré los ojos, deslumbrado por la memoria. Apreté la cintura del paisaje, recorrí sus caderas,miré sus ojos verdes, ceniza con sentido. Tendía el cielo su metal hermético. Y se superpusieron mediterráneos y cantábricos, cipreses respirados desde un sótano, casi a vista de muerto, y jazmineros. Después, las cosas y sus nombres perdieron sus contornos, sus significación y fueron nada más que ritmo, aronía viajera liberada de los instrumentos que le dieron su carne. No queda nadie ya que pueda perdonarte, que pueda perdonarme, perdonarnos. Nadie que pueda rescatar los besos que se pudrensobre Roberto y su locura piadosa. Ahora que voy a ti, a encontrarte en la aduana de la muerte,piensos, Clara, amor mío, que cuando nos besábamosera a Roberto a quien besábamos, al engañado hijo de nuestro amor. Él murió un día. Su esposa, tú, amor mío, Clara, tambien has muerto ahora. Yo tomé el tren para encontrarme en la fronterapara decirte adiós desde el lado de acá de la muerte, amor de mi vida. Pero nunca llegaré a ti. El viejo Brahms es viejo, y está gordo. Me he quedado dormido y me he pasado de estación. ¿Comprendes, amor mío, que nunca llegaré a tu lado por culpa de este sueño, que es mi bálsamo y mi enemigo? nunca llegaré a tu lado. Puede ser, amor mío, que no te amara ya,que no te hubiese amado nunca, que sólo hubiese amado a mi propio amor,al amor que te tuve, Clara, amor mío.
© José Hierro, de Agenda, 1994
escuchar mientras se lee Allegro ma non troppo, Brahms
2 comentarios:
Gracias, gracias, gracias...
Gracias por tus tres gracias
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