jueves, 31 de mayo de 2012

autorretrato en espejo convexo

Parmigianino. Autorretrato en espejo convexo

esta alteridad
este “no ser nosotros”
es todo lo que podemos ver en el espejo
por mucho que nadie pueda decir cómo ocurrió

john ashbery
un nosotros en el espejo

te muestro el libro recién comprado
aquel que me captó ayer
por perforarme en ese no ser nosotros

y hoy te bulle justo ahí
a 233 grados de calor
cuando el calor eran 265 grados fahrenheit

en un ecuador de frases perdidas
en la línea exacta de la inexactitud pronominal
        de ese nosotros y no otros

entonces lees en voz sentada      cocina      y alta
el párrafo-lágrima que cuenta la historia del retrato parmesanito
y por mucho que nadie pueda decir cómo ocurrió
descubro que leíste la misma línea
que yo desbrocé de azares empedrada
           alteridad esta que me decidió por estas páginas
           a cambio de un puñado de monedas

he encontrado en ti a mi parmigianino

me di cuenta con mi mano derecha en tu sien
mientras tu mano izquierda en mi sien
y mi mano derecha en el espejo de tu mano izquierda en mi sien

nuria ruiz de viñaspre

3 comentarios:

Roberto dijo...

fascinante...en serio...

Licuadora de letras dijo...

Te escribo para contarte que estamos haciendo una convocatoria para un nuevo blog que se armó (www.licuadoradeletras.com). Cuya esencia consiste en reunir a los amantes de la literatura con el fin de que realicen publicaciones de sus obras, de otros autores, u otros asuntos vinculados con la temática del sitio. Ya somos ocho integrantes, y si las cosas marchan bien, con el tiempo se van a ir sumando más personas a esta movida.
La metodología es muy sencilla: si tenés ganas de participar me envías un mail a licuadoradeletras@hotmail.com. Luego te llega una invitación a tu casilla de correo para formar parte del blog y con tu cuenta de Blogger podés empezar a publicar. ¡Te esperamos!

Teresa J. dijo...

Los espejos convexos siempre tienden a desformar nuestra imagen y aunque si èsta no es real nos debe conllevar a meditar lo que en realidad somos. Teresa J.