martes, 15 de enero de 2008

Un poema de amor

A S.A.M.

ME pides un poema de amor
Mientras el mundo nos desconcierta
Y nos pilla cada mañana entre sábana y lágrima
Sin saber qué hacer con nuestras manos blancas
Ante el dolor y la doblez que traerá el propio día
Me pides un poema de amor
Y recelas ante el ausente de mi pasión por ti
Yo sé que no es lo que pides
Pero este mundo raro se desmorona
Y tú, tú estás a mi lado
¿Existe poema de amor más sincero?

6 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Un poema cuando es tal, sabe sorprender y atrapar, zarandea y emociona, abre las puertas a la acción de repensarse la vida y sus asuntos, lo otro y su ligazón al destino común. No es fácil escribir un poema de amor sin aburrir o ser cursi o demasiado retórico o poco convincente.

Pero este poema, te lo aseguro como lector, tiene la virtud de la mesura, del descentramiento y de la lucidez. Y es un gran poema de amor y lealtad. Lealtad al amado, amor al mundo desde una 'conciencia de lo insoportable' que diría Riechmann.

Con tu permiso llevo tu poema a mi blog, en la celebración del reciente 40 cumple de Ana.

Buen jueves,

Viktor Gómez

nuria ruiz de viñaspre dijo...

muchas gracias viktor por las lecturas que naces y por sus usos. será un placer verme incluida en tu blog.
feliz día

Sonia Betancort dijo...

El poema que habla del amor y contiene al amor: el momento del amor que contiene al poema.

SATSUMA dijo...

Me gusta encontrarte, amor, en un poema...

Anónimo dijo...

INTENTANDO VOLAR

Uno nunca sabe si va en el poema
o es el poema el que va en él,
como en un sueño borgiano.
Pero no nos engañemos con sueños,
nunca somos la mariposa,
el poema tiene alas y vuela
y uno solamente intenta volar.
RAFAEL REYES

A veces, hasta parece que se consigue.
Un saludo.

nuria ruiz de viñaspre dijo...

gracias rafael por tus palabras,

Cómo explicar con palabras de este mundo
Que partió de mí un barco llevándome

Alejandra Pizarnik

HOY todo está suelto
Volando desarraigado por el aire inquieto
A punto de emprender el vuelo
Parece como si uno tuviese que evitar chocar
Con esos árboles allí arriba
Tan lejos, tan altos y solos
Animales sin rumbo
Con el sabor inmóvil de la muerte
En sus ramas