"El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno"George Sand.
Es tan engañoso agosto... Sus días últimos son un golpe. Y este año más que nunca. Me pregunto si hubiera deseado nacer en septiembre. Septiembre es inicio de algo. Agosto cierra el círculo. Epiloga. Recapitula. Resume.
Estoy a menos de un mes del otoño, lírico vocablo. Abro la puerta del jardín para que entre el viento y a estas horas quizá tempranas para un sábado, he visto cómo se despereza mi otoño. He visto cómo bosteza su nuca a punto de despuntarme con su viento. He sentido incluso que podría llevarme su viento si no me resistiera a la tierra. Aspiré y en el olfato he sentido su olor, es inminenta su futuro. Otoño. Otoño se acerca implacable. Sí, sí, pensaréis que aún es pronto pero no por eso dejará de ser. Hoy lo he visto. Lo he tocado en el aire. Lo he tocado con mis pies desnudos. He pisado algunas hojas muertas de los árboles. Antiguamente verdes como la esmeralda mañana amanecerán doradas, pisadas, húmedas, frías. Primeras hojas desfallecidas sobre este anterior camino de estío. El viento hoy las hace bailar aún, pero yacerán tan tercas a su merced...
Llegan los días acortados que vapulearán el ánimo. Mudarán nuestras actividades más veraniegas, allá donde el sol calentaba nuestras almas. La noche caerá como un manto a eso de las 5 de la tarde. Las amistades recién horneadas en un verano antiguo se dormitarán hasta el siguiente. El trabajo se estira mientras las horas se acortan. Se encogerán nuestros cuerpos como en un oscuro ovillo para no dejar pasar el frío ni a nadie, sólo a los de casa. Mudarán nuestros cuerpos. Mudará su vestimenta. Ocuparemos más espacio aún si cabe en este trozo de mundo aquí abajo. Los días se irán lentamente acortando, y el sol dejará de calentar. El frío se apoyará en todas las encías nuestras. Allí, entre dientes. Mientras, el calor del pan, la sangre y el vino poco a poco irá desvaneciéndose. El aire es ahora raíz pero no tardará en volverse más espeso...
Unos tienen el valor de mirar hacia atrás. Yo me acobardo cuando miro hacia delante. La vida es repetición. Gracias a Dios. Volver a pisar charcos de agua en el centro de una ciudad y el olor a lluvia como hoy. Todo tiene su parte positiva para que exista su hermana negativa.
De repente me viene a la cabeza una maravillosa melodía de Fauré, está basada en el magnífico y certero poema Canto de Otoño de Baudelaire (Las flores del mal). A medida que leo este poema, puedo escuchar su tonada. La escuché hace tanto tanto tiempo... tanto como leí a Baudelaire, qué juventud extrema la mía. Ahora la recuerdo amorosamente. Y ahora también, la recupero de golpe en mi memoria. Sobrellevaré mejor este otoño con la voz de Felicity Lott. Ay, el youtube, mi nueva religión, en cierto sentido.
* quiero publicar esta canción de baudelaire bien cerquita de la canción anterior Après un rève, una melodía también muy muy importante para mí y de aquella misma época antigua en que las descubrí. La nostalgia parece un denominador común en ambas. Será el otoño.
Soprano: Felicity Lott
CHANT L'AUTOMNE
Ch. Baudelaire
I
Bientôt nous plongerons dans les froides ténèbres;
Adieu, vive clarté de nos étés trop courts!
J'entends déjà tomber avec des chocs funèbres
Le bois retentissant sur le pavé des cours.
Tout l'hiver va rentrer dans mon être: colère,
Haine, frissons, horreur, labeur dur et forcé,
Et, comme le soleil dans son enfer polaire,
Mon coeur ne sera plus qu'un bloc rouge et glacé.
J'écoute en frémissant chaque bûche qui tombe
L'échafaud qu'on bâtit n'a pas d'écho plus sourd.
Mon esprit est pareil à la tour qui succombe
Sous les coups du bélier infatigable et lourd.
II me semble, bercé par ce choc monotone,
Qu'on cloue en grande hâte un cercueil quelque part.
Pour qui? — C'était hier l'été; voici l'automne!
Ce bruit mystérieux sonne comme un départ.
II
J'aime de vos longs yeux la lumière verdâtre,
Douce beauté, mais tout aujourd'hui m'est amer,
Et rien, ni votre amour, ni le boudoir, ni l'âtre,
Ne me vaut le soleil rayonnant sur la mer.
Et pourtant aimez-moi, tendre coeur! soyez mère,
Même pour un ingrat, même pour un méchant;
Amante ou soeur, soyez la douceur éphémère
D'un glorieux automne ou d'un soleil couchant.
Courte tâche! La tombe attend; elle est avide!
Ah! laissez-moi, mon front posé sur vos genoux,
Goûter, en regrettant l'été blanc et torride,
De l'arrière-saison le rayon jaune et doux!
CANTO DE OTOÑO (traducción)
I
Pronto nos hundiremos en las frías tinieblas;
¡Adiós, viva claridad de nuestros veranos tan cortos!
Ya escucho caer con choques fúnebres
La madera que suena sobre el pavimento de los patios.
Todo el invierno va a entrar en mi ser: ira,
Odio, estremecimientos, horror, labor dura y forzada,
Y, como el sol en su infierno polar,
Mi corazón no será más que un bloque rojo y helado.
Escucho estremecido cada tronco que cae;
El patíbulo que están construyendo no tiene eco más sordo.
Mi espíritu es semejante a la torre que sucumbe
Bajo los golpes del ariete incansable y pesado.
Me parece, mecido por este choque monótono,
Que clavan apresuradamente un ataúd en alguna parte.
¿Para quién? –Ayer era verano; ¡he aquí el otoño!
Ese ruido misterioso suena como una partida.
II
Amo la luz verdosa de tus grandes ojos,
dulce belleza, más hoy todo es amargo,
y nada, ni tu amor, ni tu cuarto, ni la chimenea,
valen hoy para mí lo que el sol que resplandece en el mar.
Y, sin embargo, ¡ámame, tierno corazón!, sé madre
hasta para un ingrato, hasta para un malvado;
amante o hermana, sé la dulzura efímera
de un otoño glorioso o de un sol que se pone.
¡Breve tarea! La tumba espera; ¡está ávida!
¡Ah, déjame que, con mí frente puesta en tus rodillas,
guste, añorando el verano blanco y tórrido,
el rojo amarillo y dulce del final del otoño!
10 comentarios:
esta del otoño, que ya asoma, es una paz grata, mayor que la de la primavera, es una belleza tranquila, más de descanso que de entusiasmo, más de sentir el viento y el sol ya no agresivo que de buscar amparo contra ambos como en invierno o verano
me temo que tienes razón...algo me dice que debería dejar de habitar este lado cercano a la tierra y emigrar con los pájaros que pronto buscarán el sur...besos.
otoño siempre bañado de melancolía...
Nuria, soy Sandra, del cuartito de pensar. Su blog tampoco desmerece. Muy interesante, de veras. Yo también la seguiré.
¡Saludos!
Nuria, soy Sandra, del cuartito de pensar. Su blog tampoco desmerece. Muy interesante, de veras. Yo también la seguiré.
¡Saludos!
Estos otoños grises , preludios de oscuros inviernos que pacientes nos esperan con los brazos abiertos...
Un aún veraniego abrazo desde Madrid de un nuevo lector de tu blog.
A mí me encanta el otoño, el ruido de las hojas secas, los tones ocres, tan brillantes cuando les da la luz, el verde intenso, la luz agrisada...
Soy del otoño. El verano alimenta nuestros cuerpos, los siembra, son un campo donde crecen los colores, sí, pero otoño alimenta las almas. Recoge esos colores y se los ofrece altruista a nuestras engrisecidas almas. No podría vivir si este paréntesis no existiera. Es impresdicible para mí aunque también paradójicamete doloroso.
Yo me quedo con "esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos", que son lugares propicios al amor, como decía Ángel González. Temo más al invierno, del cual es preludio esta estación de tránsito tan bella.
Qué bien nos preparas con tu prosa para el otoño que ya se avecina.
Un fuerte abrazo de Septiembre
en que retornamos a los días cortos y la melancolía.
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