miro esta foto. es alaska pero bien podría ser valencia hoy. arden sus bosques y con sus bosques venados y con estos, corazones enteros de ciervos, caballos, ardillas, hormigas -todos espejismos trágicos en ese marco ardido- y con ellos casas-nido y latidos. miro esta foto y en mi cabeza siento la equivalencia con aquel cuadro de brueghel el triunfo de la muerte.
El triunfo de la muerte. Peter Brueghel |
[le grand macabre: nekrotzar] segados seréis por la altísima voluntad del que ya perdió la paciencia. soy ejecutor de quien ya no se ablandará. fui el ángel del bien expulsado del seno de las ciudades y que se marchó a llorar a un sepulcro. después de descansar en secular sueño, desperté como el ángel del mal, mi ropaje de bondad se había transformado en una túnica de odio. ahora, el aliento de los corrompidos subió hasta el cielo y asfixió a dios bajo su baldaquino. y dios, con puño derecho, lanzó una antorcha de venganza. la oigo crepitar. ¡que caiga la noche, la última, la que será la de mi entrada triunfal en la dura ciudad! ¡un caballo, que me den un caballo!
*otro extracto de la ópera le grand macabre (Ligeti)
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