leyendo a cioran
el pensamiento es destrucción en su esencia. más exactamente en su principio. se piensa, se comienza a pensar, para romper lazos, disociar afinidades, comprometer la armazón de lo "real". solo después, cuando el trabajo de zapa está ya muy avanzado, el pensamiento se apoltrona y se insurge contra su movimiento natural.
5 comentarios:
[o que na essência se reclama por desaparecido, à luz torna, de outra forma renascido; é natureza e essência]
um abraço,
Leonardo B.
¿Qué hacer entonces?
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Creo que esta reflexión es coherente con la lentitud de la transformación de las sociedades. A nivel individual, puede evitarse más fácilmente ese "apoltronamiento" del pensamiento, se puede avanzar. Pero, a escala social, cuando suman todas las "perezas" y rechazos hacia el cambio por pura comodidad, todo se hace muchísimo más lento. Pensemos, por ejemplo, en lo contradictorio (y sorprendente) que resulta ese teórico "fracaso" de la iglesia católica y la respuesta que ha tenido la reciente convocatoria de Madrid. ¿O cuántos amigos tenemos que abominan del rigor católico pero luego se casan por la iglesia y bautizan a los hijos por no enfrentarse al grupo de pertenencia?. No muchos dan el paso, pero tampoco se cierra, como parece sugerir este fragmento.
O en otras palabras: ¿estaré diciendo bobadas?
Un cariñoso abrazo
novedoso luis, lo que más me gusta de cioran son sus contradicciones. su filosofía antifilosofía, sus incoherencias sobre todo. su amargura apocalíptica. sus soliloquios sobre el vacío... que sin él saberlo tanto nos han llenado... y han dado tanto sentido a la vida, considerada por él como su no-vida. el pesimista que tan bien nos sedujo...
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