lunes, 8 de junio de 2009
Bitácora del pez
El jueves por la tarde, después de trabajar, S. y yo nos encaminamos a la Feria del Libro. Esta vez no íbamos como otros años, como ansiosos peces paseantes que asoman a la superficie para descubrir nuevas letras y llenar de páginas nuestros bolsos. Esta vez estábamos dentro de una pecera. Estuvimos firmando EL pez místico. Fue toda una experiencia vivirlo desde dentro, estar en el otro lado, situar los ojos justo al otro lado de ese mar de libros fue una experiencia hermosa. Compañeros de trabajo, amigos que ni esperaba; también amigos de siempre, alguna que otra amiga de siempre aunque de rostro desconocido..., pero desconocidos, completos desconocidos, pocos, en fin todo un disfrute.
Al día siguiente salíamos para Zaragoza. A las 5 h de la mañana de ese día -nos dormimos- cogí lo primero que tenía a la vista, es decir, la misma camiseta, menos mal que llevaba en una bolsa más ropa. A primera hora, en el Ave me puse a decidir en unos minutos qué leer y qué esconder.
Después de patear Zaraqoza, hermosa ciudad que yo desconocía, después de visitar por dentro y por fuera la catedral, de ver la Seo, de fotografiar peces que nos esperaban curiosamente en esa misma plana, nos volvimos a encaminar hacia otra pecera, otra pecera de libros.
Allí coincidió mi firma con la de otro autor Octavio Gómez Milián, un ser encantador e hiperactivo que nos aconsejó en el mapa una buena dirección donde comer. Restaurante Pascualillo. Magnífica dirección, por cierto. S. pidió lentejas y albóndigas y yo unas estupendas pintas con morcilla y chorizo. Teníamos que recuperar fuerzas, o fue sólo una excusa para probar esos manjares...
En fin, que más tarde, ya cansadas, visitamos una feria de gastronomía árabe, S. se encantó por supuesto y recorrimos bajo una temperatura agradable esas angostas calles disfrazadas que convertían ese radio de metros en un mundo antiguo. Finalmente acabamos tumbadas en una fuente medio dormidas para continuar marcha.
De camino a la librería El Pequeño Teatro de los Libros, una iniciativa de 300 metros llenos de libros, hicimos alto en una terraza a tomar un helado, estaban organizando en un momento una fiesta-gimkana para niños mientras nosotras en las mismas sillas caíamos desfallecidas. Después de cambiarnos de atuendo en los baños de un gran centro cultural nos acercamos a la librería.
La presentación de Miguel Ängel Ortiz Albero, desde aquí millones de gracias porque gracias a él me conozco un poco mejor, fue todo un acierto, literariamente hablando. Hizo un repaso por todos mis libros anteriores buscando y encontrando puntos de inflexión que explicaran finalmente este pez místico.
Más tarde leí poemas del libro. S. grabó muchos videos pero sólo quiero subir la presentación de Albero. Mi oído aún no se acostumbra a mi voz de siempre.
Gracias a todos
*Albero, tengo que grabarte Lluvia negra, la disfrutarás...
La canción de Aengul el vagabundo (el poema que creo que menciona Albero)
Eché a andar por el bosque de avellanos
porque sentía un fuego en la cabeza,
y corté y descortecé una rama
y le até una baya con un hilo;
y cuando echaron a volar mariposas blancas
y se alejaron como estrellas titilantes,
la dejé caer en un arroyo
y pesqué una pequeña trucha plateada.
Tras haberla dejado en el suelo
fui a avivar con mi aliento la llama,
pero algo crujió en el suelo
mientras alguien pronunciaba mi nombre.
Se había convetido en una joven resplandeciente,
y con flores de manzano en el cabello,
que me llamó por mi nombre y echó a correr
perdiéndose en el aire destellante.
Aunque envejezca en mis vagabundeos
por hondonadas y colinas,
alguna vez volveré a encontrarla,
y tomándola de las manos, la besaré en los labios,
y caminaremos entre largas hierbas multicolores,
y cosecharé hasta el final del tiempo
las plateadas manzanas de la Luna
y las manzanas doradas del Sol.
William Butler Yeats
Ah y la próxima será en Madrid el viernes 19. Será una lectura dramatizada por Óscar Martín Centeno y Marta Ruiz de Viñaspre.
Pedazo de entrada, me voy a descansar...
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3 comentarios:
Allí estaremos.
P.D.: Todavía no te has hecho seguidora de mi blog.
Nuria:
Qué bueno verte tan feliz, tan llena de tu pez, tan viajera, tan libre...
Te gustaba la ELO, y te gusta, ¿te gusta Juan Luis Guerra?. Es que tiene por ahí, un pececito que a mí me encanta y ...
Ey niña, un placer haber compartido un ratico contigo...a ver si nos podemos volver a ver por mi ciudad, por la tuya o por cualquier otra...
bs
octavio
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