Ayer fui con S. a la presentación de una nueva edición de la Antología de Poesía Hispanoamericana. En la próxima edición incluirán algunos poemas míos junto a otros cuantos autores. Esto de las presentaciones, lecturas y demás actos literarios me produce una extraña e inesperada pereza, de hecho no me muevo mucho en esos ambientes. Tendré que mejorar esa actitud ya que curiosamente ayer fue un peculiar acierto. Peculiar porque finalmente conseguí arrastrar mi cansada piel hasta el Lola Bar (un local precioso por cierto) y conmigo a S., algo menos perezosa que yo, y acierto por un pequeño e inesperado descubrimiento que hice. A mitad del acto, S. y yo nos miramos y dijimos, tendríamos que animarnos más a venir a estos encuentros, es tan agradable… En fin, que escuché muchas voces nuevas y muy jóvenes, ay, qué mayor soy… me escuché a mí misma hace millones de años, cuando me sentaba nerviosa en alguna presentación, ante un escritor afamado que elogiaba mis versos, temerosa al principio pero muy segura a medida que mi voz iba saliendo al tiempo que liberaba el aire de mis pulmones, y entonces, el gusto y el placer me animaba a seguir leyendo y hablando y hablando y leyendo. Pero ayer, sobre todo, resaltaba una voz entre todas las demás, es como si en un escrito mis ojos viajaran por incercia hacia la mayúscula, que tanto emergen, algo así. Era la voz del joven Óscar Aguado, no sé de dónde ha salido, si lleva o no mucho escribiendo, sé que es muy joven pero acertado en sus versos "mayúsculos". Quiero transcribir aquí un poema que he encontrado, me encantaría escribir el que leyó ayer, pero no consigo encontrarlo, en fin, que me voy a bucear a ver si lo encuentro.
PECADOS Y NEGOCIOS
Todos hemos robado alguna vez
en la casa del diablo
la impostura o el talento
pan o joyas de la reina
unos locura otros televisión
algunos hemos sacado de un baúl
un saco de patatas
y un paquete de cigarrillos
otros hemos husmeado por cajones
de armarios gigantes
y nos hemos topado
con la vulgaridad
sometiéndonos a todos
repito
todos hemos robado alguna vez
en la casa del diablo
unas veces con la casa deshabitada
y otras con el mismísimo dios
compartiendo con el demonio
su lecho de agua y fuego.
* Óscar Aguado. El Arco Iris de un anticuario. Ed. Amargord. 2006
1 comentario:
Hola,
tengo un blog ( www.debolichesycopas.blogspot.com )donde subo bares, que me envian de varias partes del mundo pero la idea es seguir creciendo. Es por eso que te escribo para que si te animas, me envies algun dato bar, de esos que vale la pena conocer aunque sea por internet.
salud2
Tiranizan
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