miércoles, 28 de diciembre de 2011

butes

qué es la música? el baile.
y qué es el baile?
el deseo de levantarse de modo irreprimible
.
butes, pag. 21. pascal quignard.

ayer terminé el libro de butes de pascal quignard.... si se puede dar por concluida una lectura así. y si hubiera tenido un mar cerca también habría saltado tras devorarlo. habría nadado y nadado hacia esas letras quignardianas -mis sirenas- que me hablan del origen. porque butes es el deseo, qué es la música originaria? el deseo de arrojarse al agua. butes es la sirena en sí mismo, el origen y el mordisco, pero como tal, es obviado que no olvidado. quignard dice: hay olvidados del recuerdo del mundo. hay que ceder un poco de agua pura, es decir, un poco de lengua, a los viejos nombres que ya no se pronuncian... la historia obvió a butes, y con él el sentido originario de la vida. no sabemos hacia dónde vamos porque no nos detenemos a recordar de dónde provenimos. y para butes venimos de la música. más que venir de la música, somos música. el salto de butes es un viaje de regresión a nuestro origen hasta llegar a esa célula musical y libelular que se formó en un vientre. es un retorno a la vida uterina, a la música que fuimos antes de nacer. a nuestro yo más incipiente. butes por ello, nos relativiza.

butes para mí es el héroe misterioso de este siglo. un héroe discreto en fuga, el disidente, como diría quignard. la viva imagen de la libertad. el contratodafilosofía. es la música. pero no solo la música del oído sino la música de todos los cuerpos arrojados. butes es des-pojarse. es re-conocimiento. butes es des-abrirse. es ese abrir las manos y soltarlo todo. soltar el yo. como una liberación del desconocido. abrir el cuerpo desnudado y soltar los remos. dejarlo todo suelto en el aire. dejarlo caer. butes, el argonauta que más que valiente fue latido. aquel que volvió al cuerpo animal, al primigenio. el anti-pragmático. el teórico. el que trascendió al salto tras escuchar aquel canto de sirenas mientras la tripulación de ulises y ulises mismo se mantuvieron impertérritos ante el episódico canto, cuando los unos enceraron su oído y el otro se amarró a un mástil.

es eso la vida? encerar nuestro oídos, cerrar los ojos y atarnos a un mástil para no sentir, para no dejarnos llevar? la música nos tienta con una tentación qe está por encima de nuestras fuerzas... hay algo que bulle dentro de nosotros. todos llevamos un butes que bulle y bulle dentro de nosotros. un butes que sencillamente escuchó la música y como el que escucha con corazón, se queda inerme a la incleméntica vida, porque la música inmoviliza, aunque también exalte en un salto o suavice otros nados. por eso butes me parece el ser más valiente y coherente y sensitivo. símbolo de inteligencia emocional y emotiva, tallado en piedra lávica en mi memoria tras leer a quignard. porque sintió, y otro yo actuó por él. porque fue música tan profundamente escuchada que fue música mientras nadaba hacia la isla de la muerte. a él le debemos la trascendencia de la música en nuestras modernizadas pieles. a él le debemos el grito. los vientres que llevaron música en las entrañas y bañaron fetos, qué pensaba antaño nuestra cabeza en el agua?... de pronto, lo antiguo se precipita. le debemos el porqué del origen. nuestro yo antiguo. el salto que a veces damos en nuestra pequeña hectárea para pasar de una baldosa a otra sin pensar en qué habrá allá en lo profundo. a él le debemos el no-miedo, porque como bien dice quignard, allí donde el pensamiento tiene miedo, la música piensa

y si lo pienso, en los momentos más complicados de la vida el ser humano se vuelve tan racional... tan prudente, ya se lo pregunta quignard: qué es la prudencia?.. pero butes fue todo corazón, nada razón (no de nado sino de nada). sin cabeza se lanzó de cabeza hacia ese mar en busca de aquella música escollada.... así que, si herederos de virtudes o defectos en el hoy nuestro, vinieran de más lejos -ya que todo viene siempre de más lejos-, la cobardía sería herencia de aquella carne odisea y el impulso y el empuje y el origen, herencia toda de butes....

no hay butes grabados en ánforas ni en cerámicas antiguas, enmudeció en el origen de su propio yo. solo trascendió un canto de sirenas y una tripulación que puso se puso a salvo de esa música. con prudencia, señores, con prudencia. hay liras órficas y ulises heroicos, hay capítulos enteros de sirenas y mástiles donde la trascendente muerte de butes no es ni rozada.

la mano de quignard, hijo de músico, es perfecta. la porción más pequeña de la/mi realidad está en este pequeño gran libro. hoy me pregunto quién naufragó en aquella cruzada, si butes con su arrojo, o ulises y su tripulación argonáutica, con su raciocinio y prudencia.

butes: volver a la condición originaria, es morir.

Tim Buckley - Song to the Siren



letra

CANTO A LA SIRENA

Mucho tiempo a flote en océanos sin barcos
intenté sonreir
hasta que tus ojos y dedos melodiosos
me llevaron con amor a tu isla.
Y tu cantabas: … Leer más
“navega hacia mí,
navega hacia mí
déjame envolverte
aquí estoy
aquí estoy
esperando a abrazarte”

¿soñé que soñabas conmigo?
¿fuiste liebre cuando yo era zorro?
Ahora mi imprudente barco se escora
roto y privado de amor contra tus rocas
Porque cantas: “no me toques, no me toques, vuelve mañana”
oh mi corazón, oh mi corazón se avergüenza de la pena.

Confuso como un recién nacido
agitado en la marea
¿debo quedarme entre el oleaje?
¿debo yacer con la muerte, amor?
Escuchame cantar:
nada hacia mí,
nada hacia mí,
dejame envolverte.
Aqui estoy, aquí estoy
esperando a abrazarte

*la primera foto la hice yo en la casa del libro, junto a otro deseado, tränstromer.
*la segunda foto de internet

sábado, 24 de diciembre de 2011

una orgía musical

adoro a shostakovich. lo adoro desde que lo descubrí en mi adolescencia. adoro su potencia, su fuerza, su lado lírico y político, porque su música siempre trascendió a la política. su polémica incluso. su deshielo. su dodecafonismo. adoro sus sinfonías, todas, sus dos óperas, su sátira y demás perversiones. su atonalidad pero también su politonalidad. el cromatismo de sus canciones populares judías, su sinfonía 14 la más vocal y la más hermosa, todo un canto a la muerte. el in crescendo de su sinfonía 8. su timidez y su exacerbada cortesía en una rusia que lo criticaba. este músico era un ser obsesivo. sincronizaba los relojes en su apartamento o se enviaba cartas a sí mismo para probar cómo estaba funcionando el servicio postal. neurótico de neurótica mano era a la vez el ser más sensitivo y más receptivo del mundo. ayer estuve en el real disfrutando con una amiga la ópera maldita marcada por la fatalidad de shostakovich, lady Macbeth of mtsensk. de adolescente grabé esta ópera en tres casette. la conocía perfectamente. este oído sigiloso que arrastro desde entonces ayer tuvo el lujo de ver la sórdida y truculenta puesta en escena de esta lady Macbeth katerinizada, la segunda de shostakovich (la primera fue la nariz, igualemente majestuosa).

en cuanto alzó el nido de su garganta la potentísima soprano eva-maria weestbroek, premiada por el esfuerzo de su largo y duro papel como Katerina Ismailova, la desgraciada protagonista, me dije a mí misma: tiene una voz tan shostakovicha…. y me di cuenta de estaba ante el más puro shostakovich. contradictoria como la mano que la creó, la escenografía está cargada de momentos excelsísimos (muy shostakovich, insisto), cuatro horas en tensión, sin descanso, tregua o aria. el techo del real pareciera que ante esa música nada celestial se cayera por el peso de la caída a su vez del mismísimo cielo.

escenas grotescas definidas en una mujer despojada de su ropa humillada y violada desafortunadamente, masas populares de cuerpos desnudos mezcladores de suciedad y barro que parecieran las pinturas negras de goya, el deseo sexual de los protagonistas, el olvido y el posterior daño, un prolongado –pero corto- coito donde la iluminación y la voluminosa música orquestal acompañaban dicho apareamiento prohibido, policías toscos, soberbias trompetas y trombones encaramados en plateas… todo dirigido hacia el escenario. una puesta en escena tal y como fue concebida, rayando lo soez, lo impúdico, la escoria lo vulgar…. ambientes escabrosos acompañados por una orquesta y un coro que fueron… cómo decirlo… me pregunto si existe hoy una palabra para definir la emoción sentida.

en definitiva, una mujer que aspira eternamente a una vida distinta, que vive en continua búsqueda del amor y cuando le pone rostro es capaz de cualquier felonía -como matar y esconder el cuerpo- por ser besada por su amante. una mujer que comete cuantos asesinatos de aquellos que son óbices a su amor y aun así se la presenta como una vícitma. música lírica mezclada con la más grotesca. como katerina, la lírica enamorada junto a la grotesca asesina.

la acción se desarrolla en un cuadriátero casi metálico y frío y círculo cerrado que nos ofrece la prisión en la que vive el propio cuerpo de katerina.

para mí shostakovich es uno de los mejores músicos del siglo XX, sé que muchos disentirían y le consideran aún hoy polémico y en tela de juicio. lady macbeth de Mtsensk una obra maestra que me dejó clavada en el asiento los minutos que duraron los aplausos. me cuesta aún despertar de la noche de ayer.

shostakovich dijo: dediqué “Lady Macbeth” a mi prometida, mi futura esposa […] porque la ópera trata del amor. También trata de cómo podía haber sido el amor si el mundo no estuviera lleno de cosas viles. Es la vileza lo que arruina el amor, y las leyes, y las propiedades, y los apuros financieros, y la policía estatal. Si las condiciones fueran diferentes, el amor también habría sido diferente.

weestbroek cargó en su garganta el todo el peso de las casi cuatro horas de ópera. un esfuerzo descargado en el grito final, anterior al suicidio y su expresión munchana da nombre a eso, a ese otro grito de munch.

escuchar hasta el final *fotos del teatro real

domingo, 11 de diciembre de 2011

música y silencio. tranströmer

en alguna sonata te esconderé cuidadosamente (Anna Ajmátova)

hablando con una amiga igual de melómana que yo, incluso más, hablando con ella sobre thomas tranströmer, me dijo que su corta pero intensa obra estaba íntimamente ligada a la música, no solo en movimiento y ritmo sino más profundamente. un cordón umbilical para el poeta. un vehículo. yo desconocía este rasgo traströmiano y pensé: qué irónico. un poeta mudo. un poeta mudo habitado por lúcidas notas musicales cuya desembocadura sería su silenciosa obra. irónico, pensé. afasia. un derrame cerebral que lo dejó sin habla hace años. un nobel de literatura en una fría estocolmo. misticismo de la tierra. concretismo de una hemiplejía. la música de nuevo. el prodigioso oído de un poeta mudo. no aislado ni insociable -aunque la afasia se sitúe en estos lados- solo oralmente mudo. luego, la música íntimamente ligada al oído de un tranströmer mudo. unas manos locuaces que hablan lo que su boca le dicta. una góndola fúnebre donde la poesía y la música es abrazo que cierra en unidad a la persona. creo que la persona es la forma física con la cual afrontamos la vida y la vida es maravillosamente irónica, y la forma física para afrontarla ilimitadamente inesperadas y sus vehículos de comunicación, a veces inasibles, son tan dialogantes.


estos versos látigo de tranströmer encierran el secreto de esa apertura ilimitada al mundo. "El cielo claro se ha apoyado sobre el muro/ es como una oración al vacío/ y el vacío nos vuelve su cara y susurra/ "No estoy vacío. Estoy abierto".


GÓNDOLA FÚNEBRE Nº 2



I

Dos hombres, suegro y yerno, Liszt y
Wagner, viven junto al Canal Grande
con la inquieta esposa del rey Midas,
ése que transforma en Wagner todo lo que
toca.
El frío verde del mar atraviesa los pisos del
palacio.
Wagner destaca, el conocido perfil de títere
parece más cansado;
el rostro, una bandera blanca.
La góndola cargada pesadamente con sus vidas; dos pasajes de ida y vuelta y otro
sólo de ida.


II

Una ventana del palacio se abre con el viento y el súbito soplo provoca muecas.
Sobre el agua aparece la góndola del basurero impulsada por dos bandidos con remo.
Liszt ha escrito unos acordes tan pesados
que deberían ser enviados a analizar
en el Instituto de Mineralogía de Padua.
¡Meteoritos!
Demasiado pesados para la quietud, pueden sólo hundirse más y más, futuro abajo, hasta
los años de las camisas pardas.
La góndola, pesadamente cargada con las
hacinadas piedras del futuro.


III

Rendijas, hacia 1990.
25 de marzo. Inquietud por Lituania.
Soñé que visitaba un gran hospital.
No tenía funcionarios. Todos eran pacientes.
En el mismo sueño, una niña recién nacida
hablaba con completas oraciones.


IV

Junto al yerno, que es hombre de su tiempo,
Liszt es un apolillado grandseigneur.
Es un disfraz.
El abismo, que ensaya y descarta máscaras
diferentes, ha elegido justo ésta para él,
el abismo, que quiere subir hasta los hombres sin mostrar
su rostro.


V

El Abate Liszt está habituado a cargar él
mismo su maleta por soles y por nieves
y cuando muera un día, nadie irá a
esperarlo a la estación.
La tibia brisa de un coñac excelente lo
conduce a la tarea.
Siempre tiene tarea.
¡Dos mil cartas al año!
El escolar que escribe cien veces el palote,
antes de que le permitan volver a casa.
La góndola cargada pesadamente de vida;
es sencilla y negra.


VI

De regreso en 1990.
Soñé que conducía doscientos quilómetros en vano.
Entonces, todo se agigantó. Gorriones enormes como gallinas
cantaban de modo ensordecedor.
Soñé que dibujaba teclas de piano
en la mesa de cocina. Tocaba sordamente en ellas.
Los vecinos acudían a escuchar


VII

El clavicordio que calló durante todo
Persifal (aunque estaba escuchando) puede
al fin decir algo.
Suspiros... sospiri...
Mientras Liszt toca, esta noche, mantiene
apretado el pedal marino
para que la fuerza verde del mar suba a
través del piso y se una a todas las piedras
del edificio.
¡Buenas tardes, bello abismo!
La góndola cargada pesadamente de vida;
es sencilla y negra.


VIII

Soñé que llegaba tarde el primer día de clases.
Todos en el salón llevaban máscaras blancas
sobre el rostro.
Imposible decir quién era el maestro. 





*versión castellana de Roberto Mascaró
*a finaless de 1882 Liszt visitó a su hija Cosima y a su marido Richard Wagner en Venecia. Wagner murió unos meses más tarde. Durante este período, Liszt compuso dos piezas para piano que se publicaron bajo el título "Góndola fúnebre".

martes, 6 de diciembre de 2011

el salto de y hacia la literatura

abocada a la música, que es literatura, y al arte de la fotografía, que es literatura. alejada por tanto de la literatura que hay en la literatura, no intrísecamente pero sí presencialmente alejada de la literatura... si una se pudiera alejar en algún momento de la literatura, cuando siente que todo, hasta un largo paseo por el jardín de las delicias, es literatura


últimos descubrimientos
Greta Garbo. Observados. Voyeurismo y vigilancia (Fundación Canal)
Otras miradas. Fótografas en México (Casa de América).  Rosa Harvan - Forgotten village
Charlotte Player. Espacio Valverde
Joan Colom, El Raval (Sala de exposiciones San Benito, Valldolid)