domingo, 27 de febrero de 2011

¿animismo o animatismo?

el animismo es esa creencia en la que todos los seres vivientes y los objetos inanimados tienen personalidad e influencia en la vida. viene a decir que todo está animado y vivificado, que elementos de la naturaleza como montañas, árboles, ríos, nubes, etc. son, en su singularidad y su totalidad, seres animados. muy absolutista, cierto, incluso panteísta, pero sí, algo así que como que todo lo que se mueve tiene vida propia y es dios en sí mismo.
animatismo por otro lado es aquella creencia que atribuye vida, intencionalidad, voluntad y sentimientos muy similares a los del hombre a todos los objetos inanimados de la naturaleza.
y aunque nada que ver incluyo también en este conjunto de ismos el término animalismo como aquella forma artística donde prima la representación de figuras animales.
la antropología más contemporánea distingue los dos primeros términos concibiendo el animismo como la creencia en seres personalizados, pero incorpóreos -como almas, espíritus o dioses- y restringiendo el animatismo como la atribución de conciencia y poderes humanos -como el mismo acto de moverse- a objetos inanimados.

si hay algo que disfruto es ese lado de la filosofía del animismo conocida como animatismo -porque creo que es una forma de animismo-. aquí me muevo yo, en cierto sentido, y a todas esas cosas inanimadas a otros ojos, yo me empeño en otorgarle más latido del que la generalidad dice que tienen.
animismo viene del latín ánima, alma, y allí todo elemento del mundo natural tiene vida.

cuando escribo sobre algún elemento inanimado o algún objeto tan inerte como una silla, le doy un nombre propio, para llamarle por su nombre. le doy latido por inercia. mi interior concibe -desde el inicio en que me relaciono con ese “objeto”- vida y sobre todo, sentimiento. las patas de una mesa son como las nuestras o como las de nuestro animal de compañía. puedo verlas cansadas, manchadas de barro, astilladas, siento si está triste una silla o nostálgica una mesa. los árboles pueden ver desde las alturas todo cuando aquí abajo sucede, las esquinas de una calle están llenas de memoria. el alféizar de la cama contaría tantas historias que nos sorprendería. las piedras -algo tan inicialmente concebido como el objeto inanimado por antonomasia- es el que más latido tiene, a pesar de estar casi siempre apartada del camino. y por supuesto, no hay ni un solo animal que no le de –también por inercia- la conciencia que el humano tiene. no hay religiosidad alguna en estos actos. no hay nada de sagrado. ni dioses. o sí, pues dios es todo eso. pero sí hay inercia. tampoco hay esclavitud en todo esto, más bien al contrario. abre mis ojos y cuento con mis palabras todo lo que estos elementos animados o inanimados con conciencia y sentimiento quieran decirme. por lo tanto, enriquece y amplía mi visión, no esclaviza

descartes en su método de la duda cartesiana descomponía los problemas complejos en partes progresivamente más sencillas hasta llegar a sus elementos básicos. decía: de lo único que no puedo dudar, es que dudo y si dudo pienso, y si pienso existo. así que hilando con todos mis ismos, mi ecuación sería ésta: todo tiene aire y aire en latín es el spíritus... por ello, el mismo aire es así mismo el espíritu del propio aire. y es ése y no otro, el que respiramos. por tanto, todo lo que entra en mí, bien a través de mis pulmones, bien a través de mi mirada, me llega ya con aire, esto es, con alma. con spíritus. me llega vivo y así lo describo, vivamente.
o puede que todo esto se acerque más a algo que no si existe y que pudiera nombrarse como avivalismo (de avivar, o dar vida)

panteísta, sí, pero ¿animista, animatista o animalista?

*foto: animismo de la mandrágora

viernes, 25 de febrero de 2011

un tranvía llamado vicky peña

una de las frases que más recordamos de blanche fue: siempre he dependido de la amabilidad de los extraños; incluso añado ese eje donde parece que gira todo, cuando dice: lo más opuesto a la muerte es el deseo, -es más, hasta me atrevo a añadir esta otra frase de mi puño y letra y punto de vista: la hipersensibilidad es un billete de ida a la locura.

si enlazamos estas tres sentencias, nos encontramos con una despedazada soga por la que descender al pozo del malogrado futuro de blanche. nos encontramos en un túnel que atraviesa ese duro tranvía llamado deseo. nos encontramos atrapados en algún vagón. y dentro, la red de una blanche profunda, triturada y maniatada por estos tres cabos que acabaron dilapidando todas sus emociones en un pulso de culturas.

ayer estuvimos en el teatro español. nos sentamos en la segunda fila de aquel tranvía antiguo -propuesta de mario gas con una siempre impactante vicky peña-. toda una eclosión de emociones.

vicky peña es la loba agazapada que en su propio bosque y llena de nocturnidad, te araña la espalda. la tarántula que paciente espera y conquista tu interior para llevárselo a la boca de alimento. el tiburón que cerca el charco de sangre. el caballo desbocado en el que nos subiríamos una y otra vez. la que saca con sus emociones nuestros lados más ocultos. es un ser brutal sin necesidad de recurrir a la fuerza bruta. es un impacto. es el tranvía que atropella y te lleva por delante desperdigando por el suelo la basura que somos. es la fuerza centrípeta que atrae hasta su abdomen -su propio centro- todas las fuerzas que restan, las externas.

recomiendo vivamente ir a ver la obra. estará hasta el 14 de abril en el teatro español. la última vez que vi a vicky peña fue en homebody kabul y produjo en mi interior esa misma fuerza.

confieso que sólo tuve ojos para vicky peña. debo de ser así de rotunda cuando me inclino

miércoles, 23 de febrero de 2011

l’homme qui ne marche pas

esclavos del mundo
con nuestras mortales muñecas
atadas a aquello que amamos
que lenta muerte no caer
y desasir las desgastadas
de terrenales ligaduras
los pájaros viajan con viento bajo sus alas
sólo viento
viento atrapado

escravas do mundo
com as nossas mortais bonecas
atadas ao que amamos
que lenta morte não cair
e soltar as desgastadas
de terrenas ligaduras
os pássaros viajam com vento sob as asas
apenas vento
vento apanhado

poema del libro ahora que el amor se me instala
© nuria ruiz de viñaspre
traducción al portugués: © alberto augusto miranda
foto: L’homme qui ne marche pas, 2009, © Elmgreen & Dragset
Galería Helga de Alvear en la feria ARCO 2011 en Madrid

viernes, 18 de febrero de 2011

nomenclaturas imposibles

para mí el lenguaje es matemática pura, por eso las letras son números para mí. cada letra es grafía de un número. las letras que se apoyan en otras son el primer esbozo de fieles nomenclaturas. todo esto es susceptible de cambios numerarios, dando por supuesto, resultados irreales, o lo que es lo mismo, irrealidades. cambias la ecuación y el resultado es otro. cada cual más imposible. una frase compuesta es una integral sistemática a mis manos. y las frases simples, simples axiomas. a veces incluso, cuando destapo la tapa, me encuentro con axiomas integrales. íntegras e integradas ecuaciones que expresan lo que quieres decir pero con palabras imposibles.

sábado, 12 de febrero de 2011

la pornografía según szymborska

No hay mayor lujuria que el pensar.
Se propaga este escarceo como la mala hierba
en el surco preparado para las margaritas.


No hay nada sagrado para aquellos que piensan.
Es insolente llamar a las cosas por su nombre,
los viciosos análisis, las síntesis lascivas,
la persecución salvaje y perversa de un hecho desnudo,
el manoseo obsceno de delicados temas,
los roces al expresar opiniones; música celestial en sus oídos.

A plena luz del día o al amparo de la noche
unen en parejas, triángulos y círculos.
Aquí cualquiera puede ser el sexo y la edad de los que juegan.
Les brillan los ojos, les arden las mejillas.
El amigo corrompe al amigo.
Degeneradas hijas pervierten a su padre.
Un hermano chulea a su hermana menor.

Otros son los frutos que desean
del prohibido árbol del conocimiento,
y no las rosadas nalgas de las revistas ilustradas,
pornografía esa tan ingenua en el fondo.
Les divierten libros que no están ilustrados.
Sólo son más amenos por frases especiales
marcadas con la uña o con un lápiz.

opinión sobre la pornografía
de "Gente en el puente" 1986
Versión de Abel A. Murcia


Wislawa Szymborska, Polonia, 1923

miércoles, 9 de febrero de 2011

en el ojo de la cerradura

hoy estaré en el ciclo El ojo de la cerradura, organizado por Lavarca Ebria. Será en La Huelga C/zurita 39 – Lavapiés) . A las 21 h y charlaremos sobre los procesos de escritura de Tablas de carnicero, los pilares del mismo y los detonantes que despertaron el inicio y la conclusión del libro. Incluiré un video, así como un power point que os mostrará de manera muy concisa la propuesta teatral Tablas de carnicero que se estrenó el pasado mayo, con imágenes de vestuario, ensayos y de los propios día del estreno (Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid)….. y finalizaré leyendo algunos poemas del libro
Os espero

*imagen de cartel: damien hirst
*cartel diseñado por lavarcaebria

martes, 8 de febrero de 2011

manzanas ex-presidiarias

ayer, de camino al auditorio del reina sofía -íbamos a ver un concierto que incluía el cuarteto 10 de shostakovich- subimos al metro. una vez en ese espacio que a mis ojos siempre será un país inédito, un hombre alto peinado con la propia suciedad de haber pasado noches enteras en la calle o bajo el techo de una celda, alzó la voz para despertar los mundos interiores de cada uno de nosotros-viajeros. nos contaba en alto una intimidad que parecía que caminaba hacia atrás. relataba que acababa de salir de la cárcel y que era su primera noche lanzado al mundo. bajo otro techo. otro cielo. que necesitaba algo de dinero y que le costaba mucho tener que hacer algo así para cubrir su cuerpo bajo un techo más cálido que el cielo estrellado de estos días o el dibujo o grafiti del techo de su celda. en su particular viaje por los asientos de todos nosotros, la chica que teníamos enfrente le dio una bolsa con dos manzanas. ambas tintineaban al rozarse en aquel viaje dador cuando el ex presidiario las cogió con cierta ofensa. a mí ese gesto de la chica me pareció precioso. me ensimismé pensando en el gesto de aquella mujer, que seguro que no había tenido tiempo en su trabajo para mordisquear ese par de manzanas frescas, y que decidió ofrecer a estas dos hermanas al hambre del hombre, antes de dejar que se pudrieran y murieran sin dueño ni dueña en aquel país cálido y sureño de su bolso. s. y yo nos miramos y entendí que también el gesto le emocionó. pero s. tiene una relación con la realidad mucho más "real" que yo. así que cuando salimos del metro dijo en alto: qué pena, seguro que ese hombre tira la fruta que le dio la chica. suelen necesitar dinero para beber y olvidar, para que cualquier droga blanda o dura detenga su vida unos minutos y no pensar en su desgraciada situación.

ya en los pasillos del metro, camino de la salida, s. y yo no teníamos a nadie delante ni a nadie detrás, pero de repente, y tras estas palabras lanzadas al aire, s. escuchó un golpe seco en algún punto no lejano del nuestro pero invisible a nuestros ojos. me miró como afirmando y asentando que su teoría se acababa de cumplir. y con ese gesto de asentimiento que tiene una madre cuando le dice a su hijo algo como ves? te lo dije...., aceleró el paso mientras me miraba y me dejaba detrás. giró hacia el pasillo a la derecha más cercano a nosotras -un poco más adelante del pasillo recto por el que caminábamos-, hundió los ojos en la primera papelera que vio y los alzó más tristes pero nada sorprendidos, cuando la miré sin entender qué buscaba me dijo. ¡qué te dije! ahí tienes la fruta. me decía que el sonido que escuchó fue compacto y seco como si el peso de algo parecido a una manzana hubiera chocado contra un suelo duro. yo buceé con ojos igual de tristes hasta el fondo de aquel mar de desperdicios y allí, emparejadas y solas dormían las dos manzanas ajenas a su futuro incierto. aquellas dos hermanas que iban de la mano, inseparables, de nuevo abandonadas por el padre que recientemente las había adoptado. pensé en el viaje que les esperaba camino del vertedero. pensé que quizá algún otro príncipe o princesa callejera de corta o avanzada edad, podría incluso rescatarlas en ese viaje. pensé en la noche del expresidiario bajo este cielo estrellado. pensé que la realidad a veces aplasta como la mano aplasta un mosquito que le molesta delante de la cara....

nos hundimos en la música de shostakovich. nuestra droga blanda particular para olvidar aquel momento, el abandonado abandonando...