lunes, 29 de septiembre de 2008

Quijotes-Quijotes y Sanchos-Quijotes

Existe una diferencia entre el hombre loco y yo. Yo no estoy loco.
Salvador Dalí


Hoy decía el Google que es el aniversario de Cervantes y eso, eso es casi lo mismo que decir que cumplió también vida su querido y enigmático Quijote. Ecuánime y enjuto pero firme de convicciones. Y hay tanto de quijote en mí, hay tanto de quijote en todos nosotros... sí, creo que todos llevamos algo de este amado ilustre que se empeña en encauzar la sinrazón con más sinrazones. Hasta Sancho más que nadie lleva mucho de Quijote en las venas. Quijote. El utópico. El que lucha contra molinos de viento porque ha visto en ellos los monstruos en los que se han convertido hoy en día: el símbolo del egoísmo, los que acosan, las guerras, el hambre... el que va siempre en busca de otro mundo mejor, más idílico.
En mí confluye el loco y soñador Quijote, el que no pisa la tierra pues siempre va sobre su Rocinante, el que vive y se salva de sus caídas gracias a sus ideales quijotescos. El que exagera sus sentimientos. El hiperbólico riguroso. El exabrupto. El de las dimensiones hinchadas. El que se ajusta no al "es" sino al "debe ser". El agónico. El que acepta honroso en el campo del amor y de la guerra cualquier batalla perdida aunque a veces se retire a tiempo. El de los amorosos pájaros nacidos en la cabeza. El de la lanza en alza. El trágico. El de la Dulcinea imaginaria. El de la herida inexistente pero que sangra a todas horas. El enamorado sin pausa. El ideólogo sin agua. El que cortaría el viento con el filo de su espada si éste hiriera su particular paisaje. El cuerpo dolorido. El que nunca soñaba ni deliraba porque realmente veía cosas reales a sus ojos pero imposibles en otros ojos. El cuerpo.

Su vínculo con la realidad era Sancho, la sensatez... Y camina tan de cerca con este soñador que llevamos dentro... Va siempre de nuestra mano, en la otra es cierto que llevamos a nuestro amado y necesario Sancho que tanto equilibria por su cordura. El práctico escudero. El visionario en vida. El que detiene la locura. El que detiene la sangre de la herida que existe porque se ve. El que impone la cordura con un peso tal que es innegable. Su antítesis. El que da vida finalmente porque sin él todo ideal moriría. La cabeza de aquel cuerpo dolorido. El que te enseña la verdad pleno de didáctica para que no sufras más de lo necesario. El que te llama apasionado y te droga de razón para que no te ahogues apasionado en una pasión imaginaria. El que complementa. La cabeza. Qué paradoja que cada unos de nosotros camine un poco con ambos, cuerpo dolorido y cabeza. Mi Sancho querido tiene un nombre y también comienza por S. y eso que dentro de él hay también mucho del quijote que hay en mí. Los dos somos andantes que vamos caminando la vida. Sin mi Sancho-Quijote, mi Quijote habría muerto hace ya mucho tiempo en alguna locura abstracta. Probablemente esto nos ocurra a todos, el orden no importa Quijotes-Sanchos o Sanchos-Quijotes, los unos sin los otros moriríamos igual que moriríamos de sed si fuéramos irremediablemente Quijotes-Quijotes o Sanchos-Sanchos. ¡Qué locura-locura! Todo esto no descarta que puedan convivir en armonía apasionada Quijotes con Quijotes o Sanchos con otros Sanchos.

De él me quedo que siempre se retiraba a tiempo No huye el que se retira; por que has de saber, amigo Sancho, que me he retirado, no huido, y en esto he imitado a muchos valientes que se han guardado para tiempos mejores, y de esto están las historias llenas

Quijotes. En cualquier caso, es una palabra hermosísima.

* dibujo. Dalí. Don Quijote (de la serie D. Quijote de la Mancha)

6 comentarios:

Gracia Iglesias dijo...

¡Cielos! Nunca te habías descrito mejor que aquí. Te has descrito a ti misma, pero también nos has descrito a todos nosotros Quijotes-Sanchos o Sanchos-Quijotes. Y, sí, tienes razón, necesitamos caminar con quien nos completa, pero a veces los Quijotes también nos llevamos bien entre nosotros, ¿no crees?

Por cierto, todo esto de la duplizidad Q-S Vs S-Q, me recuerda a esa performance sobre el yo que ando preparando. En realidad, según veo, todos somos al menos dos y siempre enfrentados.

Anónimo dijo...

También Antonio le dedicó una entrada a Cervantes ayer por su aniversario. Todos le debemos tanto al Quijote. Un abrazo

Anónimo dijo...

Aquí una Quijota con un medio Sancho,que cojea y trata de arrimársele! jajaja pero ya se sabe, quien anda con un cojo...acaban cojo y medio!
Te mando un fuerte abrazo..
Un escrito precioso.

Anónimo dijo...

No imagino una vida más feliz que caminando contigo, luchando contra gigantes, pisando tierras castellanas, valencianas, madrileñas... en fin, caminando. Mi Quijota, mi Vikinga, el camino contigo es apasionado y a la vez blando... y la vida redonda.

S.

Sintagma in Blue dijo...

Y todos somos moneda de dos caras...

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Gracias a todos
Muy especialmente a la otra parte vikinga que me complementa